Juzgan en Madrid a un matrimonio que vendió a su hija de 12 años para casarla
La Fiscalía pide 7 años de cárcel para los progenitores por delito de trata de seres humanos con fines de servidumbre
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Vista exterior de la Audiencia Provincial de Madrid
Esto era «lo normal» y «lo que se esperaba» de la niña rumana que, con tan solo 12 años, sus padres vendieron para que viviera como pareja del hijo de sus compradores. Fue desescolarizada, separada de su familia y enviada a España, un país ... en el que nunca había estado y del que desconocía el idioma. No tenía teléfono móvil, su pasaporte estaba en poder de los padres del joven con el que mantenía una relación similar a la matrimonial y no podía salir de casa si no lo hacía acompañada de él o de los padres de mismo.
El próximo miércoles comienza el juicio de los padres de la joven en la Audiencia Provincial de Madrid, en el que la Fiscalía pide siete años de prisión para los acusados por trata de seres humanos con fines de servidumbre.
Los padres de la joven acordaron entregarla para que viviera como pareja del hijo mayor de sus compradores, nacido en 2005, por una cantidad de dinero «que no se ha podido determinar», según consta en el escrito de Ministerio Público.
El 23 de junio de 2021, un día antes de la celebración en Rumanía del enlace de los dos menores de edad, los progenitores de la víctima acudieron a una notaría en este país para manifestar que su hija pasaría a vivir con M.R., madre del joven con el que mantendría una relación análoga a una conyugal, y que le autorizaban a que viajara con esta mujer por Europa las veces y en la forma que ella considere, «concediéndole la facultad de que tome decisiones sobre la menor en nombre de ellos».
A los tres días de la celebración de la unión de estos dos jóvenes, posterior al sometimiento de la niña de 12 años a la prueba de pañuelo para acreditar su virginidad y obligada a mantener relaciones sexuales con el hijo de sus compradores, viajaron de Bucarest a un piso en la localidad madrileña de Mejorada del Campo.
Durante más de tres meses, la víctima vivió controlada: estuvo sin escolarizar, compartió habitación y cama con el hijo de sus compradores, no tenía teléfono móvil, no podía salir de casa a no ser que fuera con el menor con el que mantenía esta relación o con los padres del mismo, que también poseían su documentación (pasaporte y partida de nacimiento).
El próximo miércoles 14 de junio tendrá lugar en la Audiencia Provincial de Madrid el juicio contra los padres de la niña, para los que la Fiscalía pide siete años de prisión por un delito de trata de seres humanos con fines de servidumbre. También se les prohibiría el acercamiento a menos de 500 metros de la niña, de su domicilio o lugar de estudio o trabajo durante ocho años y un día.