La historia del edificio derrumbado en Ópera antes de su rehabilitación: «El estado de conservación del inmueble era lamentable»

Construido en 1965 y con una superficie edificada superior a los 6.000 metros cuadrados -un garaje subterráneo y seis plantas que se erigían en una parcela de unos mil metros cuadrados, según el Catastro-, este edificio de uso terciario se cerró en 2014, cuenta Gómez, «cuando se trasladó la sede del Colegio Profesional de Habilitados de Clases Pasivas». Ella se conoce sus rincones porque es profesional de este gremio de expertos en la tramitación y asesoramiento de pensiones y prestaciones. En otra planta, recuerda, se encontraba el Consejo General de Habilitados, hasta que se mudó en 2013.

A lo largo de su historia, la construcción alojó, además, diferentes negocios y oficinas durante años. La última vez que se reformó antes de su clausura, según el archivo urbanística municipal, fue en 2009, cuando se acometieron diversas obras de conservación, sobre todo en la fachada principal.

«Mi padre tuvo su oficina allí hasta el año 1986 y antes, mi abuelo», afirmó Gómez. «En ese edificio he pasado media vida. Mi padre decía que Hileras era la única calle de Madrid donde le conocían en todos los bares», puntualizó nostálgica. También mostró su preocupación por el estado de los negocios de los alrededores, donde acostumbra a hacer vida social. Tras conocer el suceso, llamó a su amiga Mili, que regenta una peluquería frente al inmueble siniestrado. Allí la Policía desalojó a la dueña, junto al resto de trabajadoras, y, afortunadamente, nadie sufrió daños.

Volviendo a la genealogía del edificio, Gómez reconoce que, en cuanto se supo en 2014 que el edificio se había quedado vacío, «tuvo muchos novios». Al principio, «la intención era hacer apartamentos, pero la ley no permitía hacerlo», cuenta. Al parecer, plantea, existía un problema legal respecto al número de metros de fachada que daban al patio interior, ya que la normativa exige una superficie mínima con ventanas a espacios abiertos.

No obstante, tras varios años Hileras, 4 finalmente encontró un proyecto a su medida: la reconversión del edificio en un hotel de cuatro estrellas con cerca de 120 habitaciones. En los expedientes vinculados a esta licencia se especifica, entre otras actuaciones, que para acometer este cambio habría que hacer trabajos de acondicionamiento general y consolidación en 5.223 metros cuadrados, demoler cerca de 500, adecentar más de mil metros cuadrados exteriores y reconfigurar cerca de cien.

A principios de este año, la empresa Rehbilita se puso manos a la obra. De hecho, en junio de este año se solicitó un nuevo permiso para instalar una grúa torre que en el momento del derrumbe aún sobresalía por encima de la estructura. La empresa encargada de estos trabajos es un gigante del sector especializado en «devolver la vida a los edificios históricos», como explica su página web. «Desde la consolidación estructural hasta la creación de nuevos sótanos o la recuperación de elementos originales, abordamos cada obra con el máximo rigor técnico y respeto por el patrimonio», añaden. De hecho, en su cartera de proyectos están también las rehabilitaciones integrales de Santa Engracia, 129; Recoletos, 12, y Plaza de la Independencia, 2; entre otros.