Hallan dos locales de santería con altares para sacrificar animales en Usera

Ambas inspecciones se realizaron el 5 de septiembre. La primera, a la una de la tarde, tuvo lugar en la calle de Marcelo Usera, donde una venezolana de 63 años regenta El Reino Esotérico. Sobre las vitrinas, expuestos para la venta, había porciones de vegetales, concretamente de 'bulnesia sarmientoi', conocido popularmente como palo de santo. Hallaron más piezas detrás del mostrador, sumando un total de 289 trozos de esta madera.

Por otra parte, la mujer y su hija, de 38 años, que también estaba en el establecimiento, vendían pulseras de palo de santo. Fuentes policiales precisan que este material no se puede comercializar, porque el convenio Cites (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) lo tiene catalogado como especie protegida.

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Asimismo, carecían de certificados de importación y sanitario. Cuando los policías municipales preguntaron a la dueña por la procedencia del palo de santo, contestó: «Lo he comprado por internet a una empresa de Perú». Pero no pudo aportar documento alguno al respecto. Se levantaron actas por la normativa medioambiental y se incautó el material. Está imputada por un presunto delito contra la flora o la fauna silvestre y el caso ha pasado a manos de la Comisaría Judicial de la Policía Municipal de Madrid.

Ese mismo día, a las 13.40 horas, la misma patrulla de Usera acudió a la calle de los Ferroviarios, 19, donde está El Poder de Orula, regentado por una pareja de cubanos de 45 y 40 años. El establecimiento se llama así en honor al orisha mayor de la adivinación en la santería yoruba. Allí había expuesta una bandeja de mimbre con 18 porciones de palo de santo que, de nuevo, no tenían permiso para su importación.

Es más, los agentes hallaron un caparazón de la especie galápago leproso, de la familia 'geoemydidae', la tortuga acuática autóctona de la Península Ibérica, común sobre todo en ríos y pantanos del sur de España. «Tiene cierto grado de protección», comentan a ABC fuentes del caso. Tampoco presentaron justificantes ni nada que certificara su procedencia legal.

Fuentes del caso indican que este local funciona de manera semiclandestina, a casi puerta cerrada, porque dentro se realizan ceremonias o ritos cubanos, para lo que contaban con varios altares allí y cajas con pienso para los gallos que sacrifican. También había una jutia disecada colgando del techo, un tipo de mamífero de Cuba.

La OAC de Usera se hizo con semillas toxicas de 'abrus precatorius' (también conocido como regaliz americano o rosario de guisantes), que están en la red de alerta sanitaria por su carácter venenoso al tacto. Las había comprado sin factura a otra santería del centro que ya ha sido sancionada en otras ocasiones por irregularidades.