El fugitivo italiano detenido en Gran Vía que tiroteó a dos narcos para robarles la droga: un 'fantasma' multilingüe

La Policía Nacional arrestó el lunes a plena luz del día a un peligroso narcotraficante que se escondía junto a su pareja en un hotel de Gran Vía; un sujeto sobre el que pesaba una orden europea de detención y extradición interpuesta por las autoridades de Italia por presuntos delitos de tráfico de drogas y blanqueo de capitales. Fue a las doce del mediodía, cuando él y su novia bajaron a la calle a pasear a su perro, el momento elegido por los agentes para abalanzarse sobre ellos y no darles la opción de escapar. Ella no opuso resistencia pero él hizo amago de huir, desatándose un fuerte forcejeo en el que dos de los funcionarios resultaron heridos leves. Ya en el coche, el detenido no paró de revolverse y lanzar patadas.

Las investigaciones comenzaron en junio, después de que el equipo especializado de búsqueda de fugitivos en Italia informase a la Policía Nacional sobre dos «peligrosos criminales» que habían esquivado su arresto marchándose del país.

Estos se habían librado después de que las autoridades transalpinas llevasen a cabo una operación contra una organización dedicada presuntamente al tráfico de drogas y al blanqueo de capitales, saldada con un total de 25 detenidos. Sus miembros eran muy violentos y utilizaban armas de fuego para robar estupefacientes y para ajustar cuentas con otras bandas.

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La Policía italiana tenía constatado que los dos huidos habían organizado la venta de tres kilogramos de cocaína en un hotel de la ciudad de Cagliari, para después acribillar a balazos a dos narcos y apoderarse de su dinero sin necesidad de entregar la droga. Los investigadores siguieron la pista de los delincuentes y encontraron indicios de que uno de ellos podría estar escondido en España, por lo que se realizaron gestiones en ciudades como Alicante, Barcelona y Málaga. Así, hasta que a mediados de julio la búsqueda alcanzó a un céntrico hotel de Madrid, donde se encontraba alojado bajo una identidad falsa.

Llegar hasta él no fue nada fácil, en tanto que el fugado hablaba diversos idiomas de forma fluida y portaba documentación falsa de diferentes nacionalidades. Una vez apresado, fue trasladado a dependencias policiales, al tiempo que los agentes encontraban entre sus pertenencias 3.800 euros en efectivo, tres teléfonos, un pasaporte dominicano y un permiso de conducir español, ambos falsificados con la fotografía del fugitivo, y diferentes filiaciones, así como un documento nacional de identidad español, también falsificado, con la fotografía de su pareja. Esta última fue también arrestada acusada de falsedad documental.