El fiasco de la línea 7B de Metro: 860 días cerrada y 30 millones de euros gastados en arreglos

Concretamente, se suspende desde hoy –y sin fecha definida de finalización– el servicio de la línea 7B entre las estaciones de San Fernando de Henares y Hospital del Henares, para realizar trabajos de reparación de la infraestructura y afianzamiento del terreno.

Esta línea de Metro está históricamente afectada por filtraciones de agua: prácticamente desde que se inauguró en 2007, siendo presidenta Esperanza Aguirre y a las puertas de las elecciones –aunque la última estación, la del hospital, tuvo que esperar hasta febrero de 2008–. La Comunidad de Madrid cuenta con estudios geotécnicos que indican que existe una elevada presencia de materiales salinos en la zona, por lo que todo este tramo por el que transcurre el túnel del Metro tiene una gran capacidad de disolución frente al agua. Básicamente, cuando hay filtraciones, se pierde el suelo. Esto ha obligado a continuos trabajos de refuerzo, que ahora vuelven a realizarse porque los últimos informes técnicos aconsejaban el cierre preventivo de las estaciones afectadas y la acometida urgente de los trabajos de reparación.

La sucesión de trabajos en la línea le ha supuesto a las arcas públicas regionales que podría superar los 30 millones de euros, según datos procedentes de fuentes oficiales. No obstante, desde la Consejería de Transportes, que dirige David Pérez, matizan que es una cifra no cerrada porque no sólo Metro o este área han realizado actuaciones en la línea 7b, sino que también se han producido otras de Canal de Isabel II, con pozos en la zona.

Los técnicos de Transporte tienen monitorizado el terreno, y cuando observan movimientos o desplazamientos de tierra, saben que se aproximan los problemas y hace falta actuar. Esta vez confían que sea la última.

Pero la historia interminable de este fiasco constructivo no sólo afecta a las decenas de miles de usuarios de esta línea de Metro, sino que también ha tenido una derivada que ha afectado de lleno a decenas de familias en San Fernando de Henares. Una cincuentena de ellas han tenido que ser desalojadas, y sus casas, locales o aparcamientos derribados, tras aparecer en ellos grietas a causa de los movimientos del terreno bajo sus cimientos, por donde pasa la línea 7b de Metro.

En la actualidad, se tramitan 76 expedientes de reclamación patrimonial por ese motivo, de vecinos cuyas casas se han tenido que demoler por los daños que sufrían. Un proceso que no ha sido sencillo ni rápido, y que les llevó a pelear con las administraciones por una solución mientras convivían con grietas que crecían ante sus ojos o puertas que, de una semana para otra, ya no cerraban porque se habían desencajado. Las primeras 24 familias abandonaron sus hogares –de forma provisional, pensaban– el 22 de septiembre de 2021. Fueron realojadas en apartahoteles o les pagaron el alquiler a quienes tenían esa opción. El consejero David Pérez aseguraba entonces que no se iba a «escatimar ningún recurso humano, técnico ni económico para solventar esta situación».

Cuando se cumpla un año de esa fecha, cesará el contrato de emergencia que ha cubierto sus gastos. Hay inquietud entre los vecinos afectados ante ese plazo. Fuentes de la Consejería de Transportes explican que para el 27 de septiembre próximo esperan tener ya abonadas las indemnizaciones a los afectados. «Y cuando cobras la indemnización, el Gobierno regional deja de pagarte los gastos; la Comunidad se responsabiliza del daño causado y abona la indemnización, y ahí se termina».

A partir de la próxima semana, aseguran, comenzarán a reunirse con cada uno de los afectados para acordar con ellos la cuantía de la indemnización que les corresponde. Transportes ha hecho su propia estimación en cada caso, y cada afectado hace la suya, teniendo en cuenta tanto por daños en sus inmuebles y mobiliario como por daños morales. Mantienen en Transportes que es intención llegar a acuerdos con los vecinos para abonar las indemnizaciones «lo antes posible».

Respecto al nuevo cierre de la línea –parcial; seguirá funcionando hasta la estación de San Fernando, que será inicio y fin de la misma–, las quejas se han repetido por parte de los usuarios. Sobre todo, por el desconocimiento sobre su duración, y por el cansancio que supone una nueva interrupción, y van nueve, del servicio en esta línea en sus 15 años de vida.

El alcalde de San Fernando de Henares, Javier Corpa (PSOE), lamentó el nuevo corte en la línea y denunció que «la ciudad no merece el desprecio del Gobierno regional». Tras ser informado oficialmente de la nueva suspensión, recordó que «desgraciadamente, ninguno de los cierres anteriores ha resuelto el problema; además la situación es cada vez peor», escribió en redes sociales.

Recordó a las familias que han perdido sus viviendas por esta causa, y los equipamientos públicos que han tenido que trasladarse por el mismo motivo. Y pidió a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, que «venga a ver la difícil situación que viven muchas familias de San Fernando de Henares».