En la parte frontal de la multa falsa, el papel muestra un logotipo del Ayuntamiento en el encabezamiento, una presunta clave de infracción, hecho denunciado, precepto infringido, cuantía de la sanción, el importe con la reducción por pronto pago, un código QR y una referencia.
«El código remite a la web de pago de sanciones del Ayuntamiento sin que el receptor pueda realizar el abono. Además, la parte trasera de la multa fraudulenta está en blanco», explica el consistorio madrileño.
¿Cómo se diferencia de las reales?
Desde el Ayuntamiento se advierte de que «ningún boletín de denuncia de Policía Municipal, Agentes de Movilidad o controladores del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) incorpora códigos QR». Además, en los boletines se incluyen otros apartados más detallados que los que se muestran en la falsa sanción.
Para la seguridad de los ciudadanos que se encuentren esta fotocopia en su vehículo, el Ayuntamiento advierte que en ningún caso se debe escanear dicho QR, ya que «cualquier notificación de sanción impuesta por agentes de la autoridad se envía por correo certificado o por la dirección electrónica vial».
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