El chupinazo madrileño que no fue el 6 de Julio
OTROS SANFERMINES
La capital, a la distancia, celebra en San Fermín de los Navarros el inicio de las festividades pamplonicas
Madrid
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Iniciar sesiónPaseo de Eduardo Dato, pleno centro de Madrid, bancos, el tráfico que puede haber en julio y, entre la frondosa vegetación, aparecía el complejo parroquial de San Fermín de los Navarros. A una hora temprana, el mismo día del chupinazo en la plaza del ... Ayuntamiento de Pamplona, había un movimiento inusual en Chamberí. Para empezar ondeaban al aire de verano las banderolas del Viejo Reino de Navarra. Y quien más quien menos iba llenando este rincón de Madrid de aires navarros. Pese a que no era festivo.
Chistorra y clarete «a discreción», rezaba el panfleto que amablemente entregó el párroco, el padre Samuel Azcona, y unos muchachos iban colocando las mesas para las muy navarras viandas. Simples y contundentes.
Dicen que la tradición del chupinazo en mitad de la Meseta se remonta a veinticinco años atrás, aproximadamente. Aunque hay quien, como Galdós, da pistas de las festividades navarras en la capital. Aunque todo entra en las brumas del recuerdo de una Congregación que tiene cerca de 350 años. Nada menos.
A la derecha del templo, en un patio que tiene algo de vergel, Jaime Vives Agurruza, «pamplonica de Barcelona», pegaba la hebra con Javier Nagore Sanmartín, también pamplonica de pro y con «setenta y ocho apellidos navarros» si le tiran de la lengua. Ambos andaban con la técnica sonora y sus misterios de donde, a veces, se escuchaban compases de jota y de charanga. El convite, informaban, corría a cargo de la Real Congregación d, que es una forma de dar el comer al hambriento que decía la Biblia. Y la Real Congregación tiene un prefecto, que en el caso que nos ocupa es el Rey de España.
Morriña pamplonica
Llegaban también olores de chistorra a este lado del Ebro, el rojo y el blanco iban llenando el paseo de Eduardo Dato de esencia pamplonesa. Mercedes, a la entrada del templo, había colocado un tenderete con el escudo de las cadenas bien bordado en el 'pañuelico', no como esos pañuelos que regalan entidades bancarias y que no aguantan textilmente el cálido abrazo del pamplonica, que es otra de las esencias de la fiesta sanferminera.
Quisieron ver a Hemingway, pero era un paseante por quien no doblaban las campanas. Sí escuchamos que mañana (por hoy) empezaba la Novena de la Virgen del Carmen, que son los sanfermines de los pueblos y ciudades que dan al mar.
Y el patio se iba llenando, dos años de pandemia bien pueden romper una tradición que, gracias a Dios o al Santo, ha resurgido. En 2021 hubo misa con las limitaciones previas el Siete de Julio.
Anótese que la 'morriña' del pamplonica está más cerca de la famosa 'saudade' portuguesa, celebración feliz de la distancia. Joaquín Jiménez es secretario de la Real Congregación y paseaba tan 'en navarro', tan ilusionado, que pareciera que iba a comerse al morlaco que fuera en la Estafeta. Jaime y Javier, con las danzas preparadas, desaparecieron del plano para vestirse de «blanco impoluto».
Era la primera vez de Alfonso y Miren, y repetirán. «Porque hijo, con esto de la pandemia, queríamos venir pero todo se puso en contra». Y allá que fueron. Por pasar pasó hasta Álvarez del Manzano, que siempre responde cuando se le llama alcalde y que contó que «iba a compartir un día con los navarros».
El vicepreboste, el Conde de Ripalda, hablaba minutos antes de la necesidad de que después «de dos años hay que rezar por los fallecidos por el Covid, por las guerras». Por los males que afectan a España.
Mayte, pamplonica esperaba el carillón y el chupinazo. Por megafonía anunciaron que «por seguridad» no se lanzaría el cohete, pero a nadie pareció molestar en demasía ese pequeño detalle. El espíritu era el mismo, con petardo y sin petardo. Celebrar al Santo como se merece. En mitad de Madrid y sin que el estruendo de la pólvora resonara en la capital. Sólo corrió el primer vaso de clarete, y Mayte ya puso rumbo a su tierra natal.
Se vieron nada más (que) banderas de Navarra. De la auténtica Navarra.
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