Primeros sanfermines pospandemia: «Hay muchas ganas de fiesta»
Un dispositivo de 2.700 agentes velará porque no haya incidentes en un San Fermín que promete 204 horas de festejos ininterrumpidos
Miriam Villamediana
Bilbao
'Bienvenidos a las mejores fiestas del mundo'. Es el mensaje que se encuentran estos días quienes llegan a Pamplona. El Ayuntamiento ha colocado este eslogan en vallas publicitarias, folletos, programas de fiesta y hasta manteles de hostelería. También ha instalado photocalls en ... el aeropuerto y en las estaciones de trenes y autobuses con los que invita a los viajeros a inmortalizar y compartir su llegada a Pamplona. Es la campaña con la que quiere dar la bienvenida los primeros sanfermines pospandemia que, en cuanto a cifras, prometen ser muy similares a los de antes del Covid.
«Hay muchas ganas de fiesta», repiten una y otra vez los pamplonicas estos días. Y es que, hace semanas que el rojo y el blanco han invadido todos los escaparates de la ciudad y las tiendas de suvenirs no dan abasto a vender pantalones, fajines y pañuelicos. La pandemia ha hecho estragos y dos años después a más de uno el traje de rigor ya no le sienta como en julio de 2019.
Esos pañuelos que ahora salen de la tienda dentro de una bolsa lucirán en el cuello de pamploneses y visitantes a las doce del mediodía de este miércoles cuando el exfutbolista Juan Carlos Unzué lance el chupín desde el balcón del Ayuntamiento. Será un chupinazo doblemente emotivo. En primer lugar porque dos años después volverá a resonar el tradicional cohete en el casco histórico de la ciudad, y también porque lo hará, además, de la mano de una figura que se ha convertido en un referente en la lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica después de que en 2020 hiciera público que sufría esta enfermedad. «Está afrontando la ELA como una lección de vida, además de reconocer también la trayectoria profesional de uno de los mejores porteros de fútbol navarros», destacaba hace unas semanas el Consistorio.
204 horas de fiesta
El tradicional chupinazo servirá, como manda la tradición, para dar el pistoletazo de salida a una maratón de 204 horas de fiesta en las que se han programado más de 532 actos. Es prácticamente imposible calcular cuántas personas van a poder disfrutar de un programa donde no faltan propuestas musicales como La Oreja de Van Gogh, los tradicionales desfiles de gigantes y cabezudos o un cartel taurino done estaca Roca Rey.
Según cálculos del Ayuntamiento de Pamplona habrá al menos 152.000 personas que llegarán desde fuera de la ciudad. De ellos 130.000 accederán a la ciudad en autobús, otras 20.000 lo harán en tren y habrá 2.500 más que viajarán en vuelos regulares. A todos ellos habría que añadir todo el mundo que accederá a Pamplona en sus coches particulares.
Esa avalancha de visitantes se está dejando ya notar en los hoteles. Las primeras reservas llegaron ya en el mes de abril, cuando el Ayuntamiento confirmó que este año volverían los sanfermines. De hecho, más de uno temió colgar el cartel de completo antes del verano, pero finalmente las reservas han sufrido un cierto estancamiento y las previsiones iniciales se han «desinflado» un poco. Según datos de la Asociación de Hoteles de Pamplona, en la ciudad la ocupación alcanza el 98% y será del 90% en el resto de la comarca. Son, pese a todo, cifras muy similares a las registradas en el año 2019. «Después de dos años sin sanfermines, estamos contentos», reconoce Sara Martínez, presidenta de la asociación.
De hecho, en los principales buscadores de alojamientos online, el día 5 de julio todavía quedan habitaciones disponibles para la primera noche de fiestas. «Otra cosa es el precio», puntualiza Mikel Ollo, coordinador de guías turísticos de la empresa Destino Navarra, una de las principales del sector. La habitación más económica roza los 300€ y tendríamos que pagar entre 1.000 y 3.000 euros para alojarnos en los hoteles más lujosos.
Donde sí han colgado el cartel de completo es en los balcones tanto de la plaza del Ayuntamiento como del recorrido del encierro. La empresa de Ollo gestiona el alquiler de la mayoría de ellos y confirma que no queda hueco ni para el chupinazo, donde hay quien ha pagado hasta 800€, ni para los encierros del primer fin de semana de fiestas. «Está todo completo hasta el 10 de julio», fecha en la que se espera que la masificación vaya a menos. «Mi consejo es venir a Pamplona después del primer fin de semana», añade Ollo. De hecho, pasado el primer fin de semana, en la ciudad la ocupación hotelera baja hasta el 90% y los precios son más económicos. Esos días también hay aún disponibilidad de balcones, aunque tendremos que estar dispuestos a pagar entre 100 y 180 euros, dependiendo de la ubicación.
20% de la recaudación anual
Aunque no resulta sencillo calcular el impacto económico de los sanfermines, los hosteleros calculan que supone el 20% de la recaudación anual en el sector. Según una encuesta realizada por la Dirección General de Turismo y Comercio de Navarra en el año 2019 entre quienes se alojaron durante las fiestas en locales hosteleros de la ciudad, el 44% de los encuestados reconocía que preveía gastarse más de 1.000 euros durante su visita a Pamplona. Con estos datos, habitualmente se habla de un impacto económico de 100 millones de euros para la ciudad.
La previsión es que los sanfermines de este año recuperen esas cifras de antes de la pandemia y también su esencia más internacional. Sin embargo, los hosteleros han constatado un cambio en el perfil de los visitantes. Desde el sector turístico destacan la «desaparición» de los visitantes asiáticos, que suponían un 20% en las fiestas previas al Covid, y que este año no vendrán debido a las estrictas medidas contra la pandemia que se les exigen al volver a sus países de origen. También han ido a menos los americanos, mexicanos y australianos. «En abril se paró la venta de este mercado», explica Sara Martínez. A cambio, se espera una avalancha de turistas nacionales y un importante incremento de visitantes europeos que podrían rondar el 20% del total. Además, ha cambiado la forma en la que realizan sus reservas. Lo habitual, explica Ollo, es que hasta 2019 viajaran en grupos organizados por touroperadores, pero este año están recibiendo más «clientes individuales que contratan los servicios directamente por internet».
2.700 agentes
Vengan de donde vengan, estarán vigilados muy de cerca por un despliegue de 2.700 agentes entre Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Foral y Policía Municipal de Pamplona. «Durante los sanfermines la coordinación es tan importante como el número de efectivos», explica a ABC Jesus Bariain, responsable de comunicación de la Policía Local de Pamplona. Como en ediciones anteriores, la ciudad estará controlada por decenas de cámaras que se visionan las 24 horas del día cada uno de los rincones del casco histórico. Además, se va a instalar por primera vez un puesto de mando avanzado en el Ayuntamiento, en pleno corazón de las fiestas que permitirá movilizar dispositivos policiales rápidamente ante cualquier incidente.
«En sanfermines siempre hay que tener un punto de preocupación o de tensión añadida», explica Bariain, que reconoce que lo ocurrido en otras citas internacionales como la Feria de Abril o las Fallas da muchas pistas de cómo pueden desarrollarse los sanfermines. Basándose en lo ocurrido en otras fiestas pronostica que habrá un incremento del turismo joven nacional porque «hay muchas ganas de fiesta en toda España».
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