Hoy, cerrojazo total y salvaje
Más de dos millones de usuarios del suburbano madrileño se quedan hoy sin su transporte. La huelga es completa. No habrá servicios mínimos
MARÍA ISABEL SERRANO
No hay vuelta atrás. El paro es hoy total en Metro. Sin servicios mínimos. Mañana, lo mismo. Y también hoy los trabajadores decidirán si este paro salvaje se convertirá en indefinido a partir del 1 de julio. En la asamblea que anoche se desarrolló en ... el depósito de plaza de Castilla, los ánimos estaban caldeados. En principio, ninguno de los cinco sindicatos que convcan los paros quiere cambiar el paso. Más bien, endurecerlo. Puede haber despidos.
Poco antes de las once de la noche de ayer, los trabajadores comenzaron a organizarse. No habrá los servicios mínimos que hubo ayer, primera de las tres jornadas de huelga convocadas. Sí habrá servicios de mantenimiento. Es decir, un jefe en cada puesto, en las cabeceras y dos conductores por línea. Los trenes circularán pero no pararán en las estaciones porque no recogen pasajeros. Esto fue lo que se ratificó anoche.
En el ambiente, tenso, flotaba también la propuesta de paro indefinido a partir del 1 de julio. Ese debate se ha pospuesto para hoy. Habrá que ver cómo discurren las dos jornadas sin servicios mínimos y las consecuencias disciplinarias que la empresa pueda tomar.
Un millar aproximado de empleados de Metro asistió a la asamblea nocturna. «Empieza la huelga total», decía Manuel García, de Solidaridad Obrera. «No hay que ceder ni un milímetro», gritaba Luis González, de UGT. «Estamos expuestos a despidos y sanciones pero aquí no valen medias tintas», señalaba Ignacio Arribas, de CC.OO.
La de hoy martes puede ser, sin duda, una jornada de caos. El Metro sin servicio, 2,1 millones de personas sin el principal medio de transporte público que se verán obligadas a tomar otra alternativa. EMT y Cercanías reforzarán, como ayer, sus servicios, pero están asegurados grandes colapsos circulatorios.
Los sindicatos organizaron anoche cómo actuar en la huelga de hoy. Habrá piquetes informativos —aseguraban—, en los 13 depósitos de trenes y en las principales cabeceras de línea. Algun trabajador con telegrama para cubrir servicios mínimos pedía a la asamblea que «alguien me acompañe para no encontrarme indefenso», decía.
Respecto a la huelga de ayer, primera de la serie de tres días, sí tuvo servicios mínimos. Hubo retrasos y ciertas aglomeraciones. La empresa cifró el seguimiento en el 38% ; el comité de huelga, en el 100%.
En cuanto al tráfico rodado, se notó que en Metro había un 50% de servicios mínimos. En superficie fue un día normal. En la M-30, un 16% más de coches. A ello contribuyó, también, la jornada continua y las vacaciones escolares.
Empresa y sindicatos mantuvieron ayer dos reuniones. No fue posible un acuerdo. Más bien hubo distanciamiento. Metro quiere que los trabajadores entiendan que se puede negociar esa reducción de sueldos del 5%, que se aplicará «a cuenta» en la nómina de julio, y que se puede bajar el porcentaje o, incluso, no tocar los salarios y aplicar la rebaja a otros conceptos. «Como negociemos eso, estamos perdidos. El convenio es ley», decían. Pero la verdadera ley para recortar salarios, la que les van a aplicar, se acababa de aprobar en la Asamblea de Madrid.
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