Cae un fugitivo que violó a su hijastra cuando tenía 12 años y la dejó embarazada

El hombre, condenado a 15 años de prisión, se ocultaba en una casa en Valdemoro

El fugitivo italiano detenido en Gran Vía que tiroteó a dos narcos para robarles la droga

Dos agentes conducen al hombre detenido en la operación POLICÍA NACIONAL

Fin a la fuga de un peligroso delincuente condenado a 15 años de cárcel por violar y dejar embarazada a su hijastra cuando ésta tenía 12 años. La Policía Nacional ha sido la encargada de arrestar a este individuo en el municipio de Valdemoro. ... Sobre él pesaba una requisitoria nacional de búsqueda, detención e ingreso en prisión por delitos de abuso y agresión sexual a la citada menor de edad.

La historia es escalofriante. El comienzo de los presuntos abusos se remonta al 2010, momento en el que el detenido habría realizado tocamientos íntimos a la hija –entonces de ocho años– de su pareja mientras dormía, unos hechos que tuvieron lugar en la ciudad de Madrid.

A partir de cumplir 12 años, los abusos se convirtieron en agresiones sexuales y duraron hasta que la víctima cumplió los 16, según ha precisado la Policía, que señala que en ese período, y debido a esas agresiones sexuales, la chica se quedó embarazada.

Durante la investigación sobre su entorno familiar, los agentes lograron determinar que el sospechoso se ocultaba en Valdemoro. Así, en el marco de la operación Violeta (dirigida a localizar a los fugitivos de mayor pena por delito sexual en España), los investigadores establecieron un dispositivo en las inmediaciones del domicilio que duró varios días. La paciencia y el buen hacer de los funcionarios fue clave para resolver exitosamente este caso. Finalmente, fue localizado, capturado y enviado a prisión, donde ya duerme entre rejas después de haber esquivado durante mucho tiempo a la justicia.

Casualmente, no es la primera detención de un fugitivo que se hace pública esta semana. La Policía Nacional arrestó el pasado lunes a plena luz del día a un peligroso narcotraficante que se escondía junto a su pareja en un hotel de Gran Vía, en la capital. Sobre este sujeto pesaba una orden europea de detención y extradición interpuesta por las autoridades de Italia por presuntos delitos de tráfico de drogas y blanqueo de capitales.

Fue a las doce del mediodía, cuando él y su novia bajaron a la calle a pasear a su perro, el momento elegido por los agentes para abalanzarse sobre ellos y no darles la opción de escapar. Ella no opuso resistencia pero él hizo amago de huir, desatándose un fuerte forcejeo en el que dos de los funcionarios resultaron heridos leves. Ya en el coche, el detenido no paró de revolverse y lanzar patadas.

El huido había tiroteado a dos narcos en Italia para robarles la droga.

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