El aventurero madrileño encarcelado en Teherán espera recibir la visita de la Embajada española este domingo

La cadena de televisión Iran International aseguraba este miércoles que el español fue apresado en Saqez, ciudad fronteriza del Kurdistán iraní, junto a «un traductor», cuando visitaba la tumba de Mahsa Amini, la joven que murió a manos de la policía por llevar mal colocado el velo y que desató una oleada de protestas y disturbios. Una información que han desmentido fuentes próximas al entorno del aventurero, señalando que su retención tuvo lugar en las cercanías de Teherán.

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Álvaro G. Colmenero

Santiago Sánchez Cogedor, que viajaba a pie desde Madrid hasta Qatar para ver el Mundial de fútbol en un periplo solidario, se encuentra apresado en una cárcel del país islámico, según Iran International

Este deportista alcalaíno llevaba sin dar señales ya 25 días. Partió a finales de enero desde la Comunidad de Madrid con destino a Qatar, donde se celebrará el Mundial a partir del próximo 20 de noviembre. Todo iba sobre ruedas, nunca mejor dicho, pues caminaba abrochado a un carrito cada vez más lleno de historias, que iba publicando en su cuenta de Instagram. Había atravesado ya una decena de países y solo faltaba uno, Irán, desde se subiría a un barco para llegar a su destino. Pero allí se le perdió la pista.

La voz de alarma la dieron su grupo de amigos más cercano y sus familiares, que estaban «angustiados y desesperados» ante la falta de información acerca del paradero de este aventurero. «El 1 de octubre, Santi nos envió una fotografía en la frontera del Kurdistán iraní al grupo de amigos fuerte que tenemos, somos cuatro», contaba a ABC Miguel, uno de sus mejores amigos, propietario del gimnasio Paracuellos.

«El día 2, a nuestro amigo Coque le manda el último mensaje en el que le dice que «la cosa está caliente, pero que todo bien». Desde ese día no tuvimos más información de él», asegura Miguel. Su último movimiento bancario fue del 27 de septiembre en el Kurdistán iraquí.

Esta no era la primera aventura en la que se embarcaba Santiago, pues ya viajó desde la capital española hasta Arabia Saudí en bicicleta, mejorando el planeta, plantando árboles, recogiendo residuos y regalando sonrisas. De hecho, ya había estado tres semanas anteriormente con Miguel en Irán y todo había salido bien.