El asesino triple del despacho de abogados de Usera, condenado a 30 años de cárcel tras un embrollo internacional

En declaraciones a ABC, el titular del bufete y objetivo inicial del criminal, Víctor Joel Salas, afirma que se siente «aliviado». «Al menos, es un paso importante que haya sido condenado, porque pensaba que se iba a librar y detrás de todos estos años está el trabajo del Grupo V de Homicidios, el juzgado de Instrucción número 41 de Madrid y la Fiscalía Internacional«, explica.

El 22 de junio de 2016, Dahud, que había viajado desde Alemania, acudió al despacho de abogados de Salas, pero el responsable no estaba. Iba a vengarse porque había descubierto que era el amante de su mujer. Se hizo pasar por un cliente y mató a golpes y con un hacha en la oficina a una ayudante del letrado (Maritza Osorio), a una empleada (Elisa Consuegra) y a uno de los patrocinados (Jhon Pepe Castillo). Cuando Víctor Salas llegó, vio que había un incendio. Los Bomberos lo extinguieron y fue cuando hallaron los tres cadáveres con las lesiones de arma blanca.

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Dahud fue arrestado en el otoño de 2018, en Venezuela. Era un veterano de guerra y exmarine de los Estados Unidos. Desde entonces, permanecía encarcelado en la república bolivariana, pero una maraña judicial entre países ha dilatado el proceso hasta ponerlo al borde del archivo. Se han llegado a iniciar cuatro juicios por esta causa.

Salas participó telemáticamente el martes en la lectura de la sentencia, que en principio se había fechado para el pasado 8 de diciembre. «Pero se postergó y al día siguiente un avión iba a salir con Hanud hacia España. El comandante se negó a viajar con él», explica a este periódico. Según afirma la víctima potencial de Hanid Ortiz, que dice que va «a estar pendiente del cumplimiento de la sentencia», bajo el principio legal venezolano, el asesino es de ese país latino. «Tuvo que renunciar a esa nacionalidad cuando ingresó en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos, pero el Tribunal Supremo de Venezuela decretó que seguía siendo de allí, por su sangre paterna», añade Salas.

Su defensa quería que se le expulsara a España por razones humanitarias, en razón de un acuerdo internacional entre EE.UU.-Venezuela, pero al final se le ha denegado. Entre otras cosas, porque España no tiene nada que ver con ese convenio«. De lo contrario, aquí hubiese quedado libre al haberse superado los dos años de prisión provisional y por tantas dilaciones indebidas. Para colmo, al final ni se sabía dónde estaba preso, hasta que Interpol Venezuela logró que lo internaran en un centro de extranjeros.