Varios detenidos de la trama de traficantes de niños ladrones, en paradero desconocido

El asunto no es nada baladí. La intensa investigación del Grupo XVI, especializado en delincuencia del Este de Europa, dio al traste con esta trama, en la que, además, se comprobó que había 37 niños inimputables (menores de 14 años) de cara a la legislación española. Eran, en algunos casos, incluso vendidos por sus compatriotas rumanos por cantidades que oscilaban entre los 5.000 y los 6.000 euros , como informó ABC.

Pues bien, de los 26 arrestados (18 eran mayores de edad), el juzgado del caso ordenó el ingreso en prisión de cinco de ellos. Las acusaciones son muy graves: los encartados están acusados de trata de seres humanos con fines de explotación delictiva, pertenencia a organización criminal y delito contra los derechos y deberes familiares. Si, además, conforme avance la investigación queda probada la agravante de utilización de menores de edad (como así parece), esta operación Cajeristas de la Policía Nacional sentará un precedente extraordinario, consideran los expertos.

A los que no se metió en prisión provisional, el juez ordenó su permanencia como investigados en la causa, pero con medidas cautelares, como el ‘apud acta’ (presentación periódica en los juzgados) y la retirada del pasaporte. La idea es evitar su huida de España.

Ya se ha detectado que algunos de estos son los que han desaparecido del mapa. Se desconoce si se han marchado de Madrid hacia otras provincias o, como se teme, han abandonado el país. En la actualidad, con la práctica ausencia de fronteras en territorio Schengen, es fácil trasladarse a países de la Unión Europea vía terrestre. Por ejemplo, en autobús hacia lugares como Rumanía, su lugar de origen y donde cuentan con propiedades conseguidas, precisamente, a golpe de atracos perpetrados por los menores a los que esclavizaban: hay constancia de más de 200 asaltos en cajeros automáticos y también algunos en viviendas (en los registros, los agentes se incautaron de joyas, por ejemplo).

La estructura de la organización criminal tenía en su cúspide a dos clanes familiares que ‘subcontrataban’ a otros para conseguir a parte de los niños. S erían esos ‘soldados’ los que habrían puesto tierra de por medio al quedar en libertad con cargos y no entrar en prisión sin fianza. De nuevo, estos delincuentes se habrían aprovechado de la lasitud de la legislación española, como ya hicieron al utilizar a menores de 14 años (que ‘reciclaban’ cuando se hacían mayores, en ‘tours’ delictivos), a sabiendas de que no tienen responsabilidad penal. Y todo, con la investigación aún abierta.