El Teatro Eslava se despide del nombre ‘Joy’

El último capítulo de esta sala lo firmó el empresario y leyenda del ocio nocturno Pedro Trapote , que el 25 de febrero de 1981, dos días después del golpe de Estado, abrió valientemente Joy Eslava en una España que ansiaba libertad. Ahora, más de cuarenta años después y tras acumular innumerables éxitos y superar también múltiples contratiempos a lo largo de su historia, Eslava se despide cariñosamente de ‘Joy’ para volver a su espíritu original.

El próximo jueves 17 de marzo, Teatro Eslava inicia un nuevo capítulo con una propuesta que aúna arte, música, entretenimiento y gastronomía, renovando el espacio situado en la céntrica Calle del Arenal —por donde circulan anualmente alrededor de unos 7 millones de personas— con una imagen renovada y una amplia variedad de actividades. Entre los protagonistas que darán vida a este proyecto hay dos grandes figuras del panorama cultural español: la bailarina y coreógrafa Cristina Hoyos y el director teatral José Carlos Plaza, que presentarán ‘OléOlá’ , un proyecto artístico que los une diez años después de la última vez que coincidieron sobre un escenario, y en el que ambos unirán sus fuerzas para sorprender con un nuevo concepto de musical en formato "showdinner", que indagará en la historia del baile y el cante flamenco.

En lo que respecta a la oferta de música en vivo, la sala contará con una amplia variedad de géneros de índole nacional e internacional, y dará el pistoletazo de salida a su agenda con los granadinos Lori Meyers , que presentarán ‘20 años, 21 canciones’, un recorrido por la evolución de la carrera de la banda que se aleja de los habituales formatos de “grandes éxitos”. Desde Suecia llegarán, con su habitual atuendo en blanco y negro, The Hives, una de las míticas bandas precursoras del ‘revival’ del garage rock en la primera década de 2000. También se confirman las actuaciones de la banda estadounidense de dance punk neoyorquino !!! (Chk Chk Chk) y del grupo andaluz Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, que invadirá Teatro Eslava con su autodenominada kinkidelia (un estilo que bebe de géneros como el flamenco y el rock psicodélico). Por otra parte, Teatro Eslava contará con una propuesta de clubbing repleta de contrastes y dirigida a un público heterogéneo. Próximamente saldrá a la luz su programación, que está siendo diseñada para trasladar a su audiencia “a una utopía donde el sonido, la ambientación y el virtuosismo musical serán los verdaderos pilares fundamentales”, dicen sus nuevos responsables.

La nueva apuesta de modelo de negocio de Teatro Eslava ha sido diseñada por un experto equipo de primera línea en el sector. El proyecto cuenta con Pedro Martínez como director general, que, tras años involucrado en el desarrollo de numerosos festivales de música nacionales y trabajar en el Grupo Pachá, asume el mando del proyecto en 2020 con el fin de relanzar la sala y dotarla de una renovada y transversal línea de experiencias. «La nueva filosofía tiene dos pilares: el continente, que es un espacio muy rompedor y conceptual que respeta el patrimonio de Teatro Eslava; y el contenido, que es la parte más importante y que va desde el show-dinner en territorios flamencos hasta la programación musical con las propuestas que nos parecen más interesantes, pasando por la parte del clubbing y el mundo de la noche, que estará muy basado en los valores artísticos y contará con nombres de primera línea», explica Martínez, que afronta esta nueva etapa con «responsabilidad» ante los desafíos que plantea la pandemia. «Activaremos todos los protocolos para que la clientela disfrute de las mejores experiencias en condiciones de seguridad, pero somos optimistas y creemos que esto acabará pronto. Venimos para quedarnos, y para seguir aportando calidad a la noche de Madrid durante muchos años».

Registrado como «un edificio destinado a depósito y montura o conclusión de pianos y calcografía musical» en la licencia solicitada por Bonifacio Eslava, el por entonces Salón Eslava pronto se convirtió en un popular punto de encuentro que el escritor Martínez Olmedilla, experto en la farándula madrileña, describió como «destartalado y mezquino». Un espacio que, además de albergar un popular café al que incluso se le dedicó un chotis (incluido en la zarzuela ‘La Gran Vía’), acogió los debuts de autores como Ramón del Valle-Inclán, Antonio Gala y Federico García Lorca . Con este último, el teatro guarda una estrecha y longeva relación, dado que fue donde estrenó su primera obra, ‘El maleficio de la mariposa’, en 1920. Cuarenta años después, el por entonces propietario Luis Escobar (el marqués de las Marismas) organizó el primer estreno de Lorca en un teatro comercial tras la Guerra Civil con ‘Yerma’. Finalmente, en 1978, el director teatral Miguel Narros hizo historia llevando por primera vez a escena ‘Así que pasen cinco años’. En definitiva, Teatro Eslava es sin duda uno de los locales de ocio y cultura más legendarios de Madrid, y después de una pandemia que ha arrasado con todo, es de celebrar que ahora vaya a arrancar un capítulo más de su ilustre historia.