El taxi, al borde de la asfixia: «Salir a la calle no es rentable»

A sus 63 años, Manuel Linde fue uno de los más de 10.000 taxis —hay 15.723 licencias en la capital — convocados a la manifestación. Al volante desde hace 37 años, es la primera vez que confiesa estar «jodido». «Me quedan casi dos años para los 65 y jamás me habría imaginado que tendría que pedir un préstamo. Estoy cayendo todos los meses, 1.000 euros y pico», lamenta, mientras sigue la columna de taxis que desfila lentamente desde las once de la mañana. Sin turistas, en una capital que continúa a medio gas, la facturación del taxi se ha desplomado un 60 por ciento . Y como señalaron en una campaña publicitaria, «detrás de cada licencia, hay una persona»; en total, 25.000 familias afectadas directamente por la crisis sanitaria y económica.

«En un sector que siempre ha dado trabajo, lo que estamos engrosando son las filas del hambre; tengo muchos compañeros que están yendo a los comedores sociales», asegura Ángel Julio Mejía, presidente de la Asociación Gremial del Taxi , uno de los grupos convocantes de la marcha, junto a la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM) y Élite Taxi . Los claxon clamaban este miércoles para revertir esta situación crítica con una petición que destacaba sobre las demás: regular y adaptar la oferta del taxi a un escenario extraordinario , como ya se hizo durante el confinamiento.

Mejía ha hecho sus cálculos. Asumir el seguro del taxi, la cuota de autónomos, las gestorías, la gasolina... «Son entre 65 y 75 euros diarios y estamos haciendo jornadas de 50 euros», resume. En la calle, los conductores coinciden en que es misión imposible cubrir gastos . «Si paso de los 70 euros, contento me voy», reconoce Linde, que acostumbraba a ganar entre 140 y 180 euros por jornada. Después de aguantar unos meses con unos pocos miles de euros que le han prestado unos familiares, se ha visto abocado a solicitar un crédito ICO de 10.000 euros.

Filas más atrás, Jesús, otro veterano –60 años y 32 en un taxi–, dice: «Antes hacía 100 euros y ahora con 20 o 30 euros ya te puedes dar con un canto en los dientes. Pedimos al Ayuntamiento que estemos el 50 por ciento de la flota [los días impares, las licencias impares, y viceversa] porque estar en la calle ahora mismo no es rentable». La sobreoferta acarrea otro problema y Jesús ya ha sufrido las consecuencias. Una multa de 200 euros por estacionar fuera de las paradas de taxi, saturadas de conductores hastiados de dar vueltas, consumir gasolina y regresar sin clientes. La caja de varios días.

La ampliación de estos puntos –hay 3.000 plazas para taxis en la ciudad– y la creación de otros nuevos y temporales es otra de sus demandas. Como las ayudas económicas «que no llegan» , las bonificaciones o cancelaciones de las tasas administrativas y una campaña institucional para impulsar el sector. Entre un grupo con chalecos, pancartas y altavoces, José Luis refleja el hartazgo general. «Estamos abandonados por el Ayuntamiento y por la Comunidad de Madrid. El martes trabajé de nueve a nueve, hice 49 euros. ¿Sabes cuánto eché de gasolina? 49 euros. Nos están asfixiando, mientras se tiran la pelota de un lado a otro», critica. La marcha culmina y el presidente de FPTM, Julio Sanz, enciende el altavoz: «Sobre la autorregulación vuelven a enrocarse en que no tienen las herramientas para llevarla a cabo». Si nada cambia, la caballería blanca volverá el próximo miércoles.