Nuevo día de restricciones a la espera de las multas: «La gente está muy concienciada»

«Tenemos la orden de denunciar y luego la Administración actuará en consecuencia tras la decisión del TSJM », explicaba esta mañana uno de los policías municipales apostados bajo el puente de la avenida de la Albufera , el punto donde se unen los distritos de Retiro, libre de restricciones, y Puente de Vallecas , el más azotado por la segunda ola de coronavirus y con el mayor número de áreas sanitarias restringidas de la capital. Salvo algún despistado, todos los conductores interceptados enseñaban sus justificantes para internarse en zona roja. «La gente está muy concienciada», aseguraba el mismo agente.

«Vengo de Rivas y trabajo en una clínica dental, en avenida de la Albufera, 100», contaba Rafael, después de detener su vehículo, mientras ordenaba los papeles que le habían permitido superar el control, a las nueve de la mañana. «Tengo una tienda de muebles en Vallecas. Me parecen fatal las restricciones, hay gente que puede ir a trabajar pero hay gente que no puede ir a comprar», comentaba otro afectado, Antonio, que abandonaba su hogar, a solo unas calles del puente, en Retiro , para adentrarse en la zona vallecana. Además del cribado de vehículos, los policías dan el alto a ciclistas y autobuses de la EMT ; en uno de la línea 136, con destino al barrio «confinado» del Pozo del Tío Raimundo, una agente se introducía para preguntar al puñado de pasajeros por su justificante.

Este control bajo el paso de la M-30 es uno de los 60 puntos donde el Ayuntamiento de Madrid desplegará al menos 200 policías para supervisar el cumplimiento de las limitaciones de movilidad en 26 zonas de seis distritos. En principio, los controles son aleatorios y dinámicos , pero el ritual a la sombra del puente ha continuado a lo largo de toda la mañana sin incidentes. «A los que no tienen justificante para pasar se les hace propuesta de sanción y dan la vuelta. Luego la Delegación del Gobierno las tramitará o no», insistía pasado el mediodía una policía municipal. Tras varias horas de «peaje», no obstante, reiteraba que «la gente está cumpliendo».