Muere abatido por la Policía un indigente enfermo mental que atacó con cuchillo frente a un ambulatorio

Fuentes del caso precisan a ABC que el varón, de unos 40 años de edad, era un indigente con problemas mentales graves y que ya había causado lesiones a otros funcionarios en los dos últimos años. De hecho, le constan tres antecedentes por atentado a agente de la autoridad este mismo 2021 y uno más, por el mismo delito, el año pasado.

El suceso ha ocurrido poco antes de las diez de la mañana. El hombre se encontraba en la vía pública con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones. Estaba amenazando con matar tanto a viandantes como a conductores. Entonces, la sala del 091 comenzó a recibir varias llamadas de testigos, muertos de miedo . Tanto fue así, que loso responsables del centro de salud decidieron cerrar sus puertas para evitar que se colara e iniciara una masacre.

Patrullas de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Usera-Villaverde llegaron pronto e intimidaron al subsahariano para que depusiera su actitud. Ni las órdenes de los agentes ni el hecho de que desenfundaran sus armas reglamentarias sirvieron para nada.

En ese momento, el enfermo mental se ha lanzado sobre uno de los uniformados para matarle. Le ha llegado a agredir con el arma blanca, provocándole un corte en una mano y constusiones que no revisten gravedad. Entonces, ha disparado en una ocasión sobre su atacante, para reducirlo.

Sin embargo, las balas del calibre 9 milímetros que utilizan los policías son especiales, pues están semiblindadas, para evitar que atraviesen los cuerpos, a diferencia de las blindadas, que son mortales de necesidad. Es decir, que lo que intentó fue repeler el ataque.

Por eso, el indigente ha seguido atacando, momento en que los compañeros del policía, para evitar que acabara con él, se han visto obligados a disparar, al menos, tres veces.

Cuando el Samur-Protección Civil ha llegado al lugar, el hombre aún tenía sus constantes vitales, pero muy débiles, y ha fallecido.

Ahora se abrirá una doble investigación, en torno al ataque en sí del enfermo mental como del protocolo policial seguido para abatirlo, que, en principio, parece que ha sido el correcto.