Un «piropo» en ucraniano a una gitana acaba con un muerto y cinco heridos

Instantes después casi una veintena de gitanos, dispuestos a vengar la afrenta y marcar su territorio, rodeaban a los primeros y comenzaba una reyerta de gravísimas consecuencias. Uno de los recién llegados portaba una pistola y el resto iba armado con palos y otros objetos.

No hubo tiempo ni respiro: en cuestión de segundos se saldaron las cuentas con un resultado de un muerto y cinco heridos, todos ellos en el bando de los jóvenes del Este. Ninguno de los agresores necesitó asistencia, al menos en el lugar, ya que huyeron tan rápido como habían venido, tal y como relataron los pocos vecinos que presenciaron atónitos el crimen. Y eso que en ese conflictivo barrio, tomado por el trapicheo de drogas, los robos de coches y los problemas de convivencia, ya nadie se asusta de casi nada.

Varias ambulancias de Samur-Protección Civil y dotaciones policiales se presentaron minutos después. Los heridos se repartían en un radio de más de 50 metros y los lamentos y crisis de histeria de sus acompañantes ensordecían el ambiente, según los testimonios recogidos. Los médicos no pudieron salvar la vida a Beliansky Oret, de 30 años, que presentaba impactos por arma de fuego en el pecho -una bala le afectó al corazón-y murió tras entrar en parada cardiorrespiratoria mientras trataban de estabilizarlo, según un portavoz del servicio de emergencias.

Los heridos son Ivan M., de 33 años; Fedak V., de 24; Serhiy K. de 31; Mamyyr R., de 30; y Bohtan T., de 31, todos con lesiones por arma de fuego, excepto el último que fue golpeado a palos. Dos de ellos se encuentran muy graves, ingresados en los hospitales Doce de Octubre y Clínico, respectivamente, a consecuencia de sendos disparos en el pecho, otro recibió dos tiros en la escápula (hombro) y en el brazo y el cuarto fue alcanzado en el muslo izquierdo. Estos dos últimos fueron trasladados al Gregorio Marañón. Aún peligra la vida de la persona internada en la UVI del Doce de Octubre, pese a que su estado ha mejorado.

La Policía recogió en el lugar ocho casquillos del calibre 32 mm y detuvo a un joven de etnia gitana, Óscar V.V., de 18 años, que fue trasladado a la Brigada de Policía Judicial para prestar declaración. Varios testigos indicaron a los agentes que el ahora arrestado había participado en la trifulca, si bien no se trata de la persona que realizó los disparos, según fuentes de la Jefatura Superior.

Los investigadores creen que sólo disparó un hombre, a falta de los exámenes de Balística. De momento, no ha trascendido si el detenido o las víctimas cuentan con antecedentes. Al parecer, los ucranianos -tampoco se sabe si se encuentran en situación regular- no son del barrio, sino que estaban de paso. Algunos vecinos apuntaban que el crimen podía estar relacionado con el persistente tráfico de drogas que circula en la esquina de Pan Bendito, hipótesis negada por la Policía.