Paralizan las obras del Mercado de Legazpi por «riesgo de colapso» y sobrecoste de 13 millones

Estos trabajos de consolidación del terreno y subsanación de patologías en la estructura fueron excluidos del proyecto adjudicado por 51 millones en diciembre del año pasado . Además de esos problemas, la compañía ahora señala también otros incumplimientos sobre las condiciones de ventilación y climatización previstos en la norma vigente. Resolver todas las deficiencias detectadas supondrá un sobrecoste de 13,9 millones de euros.

El Ayuntamiento tuvo conocimiento de esta situación el pasado 8 de octubre y, desde entonces, negocia con la constructora –víctima colateral de los errores de la gestión de Ahora Madrid– la rescisión del contrato. Es obligatorio suspenderlo, puesto que la cantidad presupuestada como coste añadido excede el 10 por ciento que admite la Ley de Contratos de las Administraciones públicas como límite para realizar una modificación del contrato.

Después de rubricar el acuerdo de rescisión, la obra necesaria se volverá a sacar a concurso, por lo que la «nueva vida» del complejo no podrá ser inaugurada en enero de 2021, como estaba previsto. El Ayuntamiento estima que su estreno podría demorarse dos años más entre que se resuelve el contrato actual, se licita y se adjudica el nuevo y éste se lleva a término.

Hay que remontarse a 2008 para encontrar el primer proyecto de transformación del que fuera hasta la década de 1980 el antecesor de Mercamadrid. El objetivo del entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), era poner a punto el edificio para que albergase la sede de la Concejalía de Urbanismo. Entonces se convocó un concurso de ideas, que ganó Ulargui Pesquera . El proyecto incluía ya un estudio de la entidad de control Intemac, en el que advertía de que, debido a la heterogeneidad del terreno donde se apoyan los cimientos del complejo, había riesgo de que se produjesen «fenómenos de colapso o erosión interna en el terreno por su carácter arenoso suelto sin saturar».

También destacaba que el hecho de que las «cimentaciones apenas tengan empotramiento en el terreno natural hace que existan incertidumbres» sobre cómo se van a comportar esos cimientos. En consecuencia, señalaba, «para asegurar durante la vida útil del edificio unas adecuadas condiciones, se debe prever la consolidación o recalce de todas las cimentaciones».

La crisis obligó a modificar a los sucesivos gobiernos sus pretensiones con respecto al antiguo mercado, que está incluido en el Catálogo de Edificios Protegidos del Plan General. En julio de 2017, el entonces delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato , realizó un nuevo contrato de servicios para que los arquitectos autores del proyecto inicial reformularan su propuesta de cara a albergar un centro de servicios al ciudadano, un espacio de oficinas para usos administrativos y una serie de dotaciones para los vecinos del barrio.

En el pliego de prescripciones técnicas del concurso para la adjudicación de las obras se incluía el informe emitido por Intemac en 2008. La obra fue adjudicada en diciembre de 2018, ya con el nuevo delegado de Economía, Jorge García Castaño , a la cabeza. El proyecto redactado y supervisado por los técnicos municipales no recogía esta vez las actuaciones necesarias señaladas por Intemac.

A la vez, se licitó otro contrato de actuaciones previas para subsanar algunas patologías estructurales en el mercado y solucionar así los daños más inminentes. Los trabajos empezaron en septiembre de 2017 y terminaron en febrero de 2019. No obstante, esa obra tampoco contenía ninguna medida para resolver los problemas en la base del complejo.

Ya durante el transcurso de la rehabilitación, se preparó un nuevo proyecto, como Inversión Financieramente Sostenible, que esta vez sí recogía las actuaciones imprescindibles indicadas en 2008. Pero este expediente se anuló y no se llegó a tramitar. Los técnicos, basándose en unos estudios encargados por Ahora Madrid en julio de 2018, no lo vieron necesario. El 4 de diciembre de ese año se adjudicó a Acciona, empresa que ahora, sobre el terreno, ha evidenciado el error de Carmena.