Del marido «infiel con una cabra» al «mi hijo está en una banda latina»: los retos de los detectives privados

Los temas maritales dan para todo tipo de historias: desde gente que vive obsesionada con que le es infiel su pareja siendo irreal a casos en los que se descubre que el hombre, en vez de una amante, tiene tres a la vez, una para cada día. Alberto, de Doverty, narra un caso inaudito: «Un hombre que quería hacerse el fuerte ante su mujer y planeó llevarla a cenar y que, a la salida, algunos de nosotros simuláramos que les queríamos atracar y dejarnos pegar por él». Lógicamente, no aceptaron el encargo.

David Blanco, de Gran Vía Detectives, alerta del crecimiento de chantajes a gente que ha realizado cibersexo y está siendo extorsionada ('sexting') pero también de los 'estafadores' del amor: «Buscan a sus víctimas por Tinder, por Instagram, por Meetic… Uno conoció a una chica y estuvo simulando que era su novio durante más de un año. Se conocieron en persona, y ella llegó a darle 200.000 euros para un negocio, y luego el tipo desapareció. Era un profesional, que hacía lo mismo con otras mujeres. Y también cleptómano. Es gente que vive de esto,, solitarios, narcisistas, manipuladores…» Esta recopilando sus anécdotas en un ensayo biográfico que publicará a finales de año.

Pero, sin duda, los asuntos más delicados son los que afectan a menores. «Están llegando padres que se preocupan porque su hijo o hija ha tenido un cambio radical de comportamiento y sospecha que están metidos en drogas. También, que creen que están en bandas latinas, y comprobamos que es así», añade otro investigador, que explica cómo hace solo un mes ayudó a la Policía con una chica de 16 años que efectivamente había sido captada por una de estas organizaciones criminales. Y la tendencia va al alza.

Otros chicos acaban en sectas : «Nos llegó una familia que tenía una hija de 16 años que, de la noche a la mañana, cambió de amigos y hábitos. Pasó de ser muy extravertida a la introversión. Les dijo a sus padres que había conocido a una serie de gente y que se reunían en unos salones vecinales. Nos infiltramos y vimos que eran unos cursillos de adoctrinamiento. Se lo contamos a los padres y lo pusimos en conocimiento de la Policía. Incluso hacían retiros 'espirituales' los fines de semana en la Sierra, que llamaban 'convivencias' y en las que practicaban 'ceremonias de hermanamiento». «Sí que hay chavales que con 18 años desaparecen y los padres no encuentran explicación; y realmente han sido captados por grupos espirituales en otras provincias», añade otro investigador.

Otro cantar son los asuntos políticos, tan de actualidad ahora. «No nos gusta intervenir en ellos. Solo casos en los que algún concejal se está aprovechando de recursos municipales, como los coches del Ayuntamiento, para algo personal; o que hacen regalos con dinero público para comprar votos». ¿Qué problemas dan los partidos? Pues que para encargar una investigación debe firmar un contrato un apoderado, representante legal o similar, con su nombre y apellido, «y ningún político quiere aparecer en un papel así». No dan la cara. «Y, además, deben verificar el legítimo interés. Es absolutamente reprochable e ilegal» sostienen.