Kontrol 34 también se desentiende de la fiesta

Su dueño declara que no tenía que encargarse de la seguridad

Kontrol 34 también se desentiende de la fiesta josé ramón ladra

m. j. Álvarez / C. HIDALGO

La macrofiesta mortal celebrada en el Madrid Arena no tuvo vigilancia interior, por lo que la tragedia que se cobró la vida de cuatro jóvenes, una de ellas menor, pudo haber sido mucho mayor. ¿El motivo? El promotor de evento, Miguel Ángel Flores , ... gestor de Diviertt , no contrató a nadie para tal efecto. Eso sí, tanto él como Kontrol 34 , empresa también imputada, achacan esta responsabilidad a Seguriber, la contrata de Espacios y Congresos para la vigilancia exterior, según la documentación del Ayuntamiento.

La controversia nace en la comunicación oficial del evento a la Policía Municipal y a la Delegación del Gobierno. En ella, se hace constar que la seguridad exterior depende de Seguriber y la interior de Kontrol 34. Sin embargo, el dueño de ésta, Carlos Manzanares, que declaró ayer ante el juez instructor, manifestó: «No sabía que se nos había hecho constar como servicio de orden. Flores no nos lo hizo saber ». Por lo tanto, en la práctica, la fiesta no contó con personal explícitamente encargado de la seguridad interior. Es más, aunque Kontrol 34 hubiese sido empleada para ello, la ley impide que porteros o controladores de acceso hagan esas funciones de vigilancia interior.

La pregunta del juez: ¿Vió a la Policía controlando el botellón que había en el «parking» exterior?

Manzanares mantuvo ante el juez que se limitó a facilitar a Flores un listado de 63 personas con carné homologado de portero, aunque para funciones de «auxiliares», tal y como se lo exigió el propio presidente de Diviertt, quien fue el encargado de dar a estas personas de alta en la Seguridad Social, añadió. Según relató ayer Manzanares, su labor era sólo la de ayudar a evitar el descontrol que pudiera producirse en algunas zonas -barra, ropero, camerinos- y a canalizar los flujos del público en las colas del acceso.

Además, recalcó que «sólo se encargaron de encauzar los flujos de público en los accesos». Y, según él, no pidieron el DNI -aunque la ley se lo permiten evitaron la entrada a menores porque para eso había vigilantes de seguridad. Concretó que había tres filtros : el primero de Seguriber, encargado de vetar la entrada de menores y el registro; el segundo del personal de Kontrol 34, que se limitaba a comprobar que los usuarios portaban una entrada, sin validarla. Y el tercero, de DATO, la contrata de Diviertt que se dedicaba a verificar la autenticidad de las entradas.

Pero uno de los momentos más reveladores del interrogatorio lo protagonizó el juez, Eduardo López Palop , al preguntar si vio a la Policía Municipal controlando el «botellón» en el «parking» exterior. La respuesta de Manzanares fue un «no» rotundo. «Por último, la pregunta del millón -añadió su señoría-: Cuando se produjo la entrada en tropel de la gente del botellón, ¿quién o quiénes eran los encargados de evitarla?». «Los vigilantes de Seguriber» , sentenció el imputado, sin arrogarse ninguna responsabilidad, pese a que ocho de sus 63 «auxiliares», con carné de portero, prestaban servicio en el acceso al recinto. Manzanares quedó en libertad con cargos.

Sospechas de reventa

Flores declaró ante el juez que emitió 17.500 entradas (10.500 más del aforo comunicado), de las que imprimió 13.500. Vendió 9.560 y no pudo confirmar si destruyó el resto. Las acusaciones sospechan que hubo reventa .

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