La ría del Juan Carlos I se llenó de bacterias fecales por el colapso del saneamiento tras la gota fría

Tanto el 27 de agosto como el 26 de septiembre, Madrid Salud analizó las aguas de la ría y recomendó la prohibición del baño y la realización de actividades deportivas «por presentar una elevada carga microbiana» . En consecuencia, se determinó que «la calidad del agua era insuficiente para garantizar la protección de la salud de las personas que pudieran bañarse o realizar una actividad relacionada directamente con el baño».

En ambos casos, Madrid Salud detectó en el estanque presencia de enterococos intestinales, que provocan infecciones en las vías urinarias; y la bacteria Escherichia Coli ( E. Coli ), presente en el intestino, las heces y la orina, que puede llegar a causar diarreas inflamatorias con vómitos, cólicos abdominales intensos, gastroenteritis u otitis. Este verano, la presencia de esta misma bacteria, la E. Coli, también obligó a restringir el baño en una decena de playas situadas en las costas de la provincia de toda la Valencia.

Con posterioridad, el 30 de septiembre y 2 de octubre, se realizaron nuevos muestreos en diversos puntos de la instalación, para «valorar las causas y evolución de la elevada carga microbiológica observada». Este último análisis permitió concluir que todas las muestras de agua presentaban ya «unos niveles de Enterococos intestinalis y Escherichia coli correspondientes a una calidad de agua para el baño», según los niveles que marca el real decreto sobre la gestión de la calidad de las aguas de baño.

Por tanto, por parte de la Junta Municipal de Barajas se decidió levantar la suspensión temporal de la autorización para la práctica del piragüismo . Esta información fue trasladada ayer por la tarde tras una reunión entre el Área de Medio Ambiente y Movilidad y los representantes de la Federación Madrileña de Piragüismo , quienes hacen uso de la lámina de agua -que cuenta con un canal acuático de casi dos kilómetros de longitud navegables-, el embarcadero y el hangar.

Desde que se produjeron las fuertes lluvias que provocaron numerosos destrozos en coches y mobiliario urbano en toda la región, el sistema de autodepuración propio de la ría del parque ha ido disminuyendo la carga microbiológica de sus aguas. Este proceso de limpieza se realizó a través de un sistema de «aireación y recirculación del agua». Gracias a ello, el agua ya presenta «una calidad suficiente para la realización de deportes náuticos».