El Ayuntamiento contrata en las fiestas de Moratalaz a una banda denunciada por letras proetarras

Pese a que la banda alegó entonces que el origen de la versión provenía de una composición escrita en 1974 por el poeta vasco Eñaut Etchamendy, lo cierto es que meses después de hacerse pública la denuncia, el Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, gobernado en 2008 por Izquierda Unida, revocó su decisión de ceder una instalación municipal para la celebración de un festival organizado por la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE), en el que estaba anunciada la presencia de Banda Bassotti. Desde entonces, la controversia ha acompañado a este grupo, que cataloga estas acusaciones de «censura» y de ataque «contra la libertad de expresión».

Ello, sin embargo, no será óbice para que el sábado por la noche suban al escenario del recinto ferial de Moratalaz, a partir de las 00:30 horas. Cabe resaltar que la programación musical está impulsada por asociaciones del distrito, entre las que se encuentra un grupo de extrema izquierda , Distrito 14, «famoso» recientemente por sus actos vandálicos contra las casas de apuestas y boicotear mesas informativas de Vox.

Los radicales volverán a contar, además, con una caseta cedida por el Ayuntamiento, a través de la que recaudarán fondos para «multas, juicios y financiación del colectivo» . La presencia de Distrito 14 en los festejos se produce a pesar de la oposición de PP, PSOE y Cs, que aprobaron en Pleno una propuesta de exclusión al tratarse de un grupo que no ha manifestado un rechazo explícito de la violencia.

«No es razonable que en un sistema democrático haya grupos de esta índole que participen en actos municipales», señala el concejal socialista Chema Dávila. Desde el grupo popular, por su parte, aseguran que es uno de los colectivos que «llevan la batuta» en la organización de las fiestas. «Esto supone, que desde hace cuatro años, las fiestas de Moratalaz sean cada vez más sectarias », explica su portavoz en el distrito, Verónica González. Los populares temen incluso que puedan producirse altercados, debido a la coincidencia con un más que posible cambio de Gobierno en la capital. «Nos han dicho que tengamos cuidado», añade González, consciente de los incidentes ocurridos hace dos años.