Envía un currículum sobresaliente para un trabajo y la descartan por no tener la «nacionalidad española»

Fue entonces cuando empezó a rastrear internet en busca de ofertas que se ajustaran a su perfil. Sin embargo, a las primeras de cambio, recibió un revés inesperado. Según revela teinteresa.es , Raluca encontró un anuncio de Zankyou, empresa dedicada a la organización de bodas, en el que buscaban un comercial de publicidad en Madrid con una experiencia relacionada de al menos tres años. Hasta ahí todo normal, pero pronto descubrió que dentro del mensaje no era oro todo lo que relucía. Entre los requisitos, había uno que llamó especialmente su atención: «Nacionalidad española» .

Sin salir de su asombro, Raluca decidió enviar la petición sin ninguna esperanza de aceptación. «Ni siquiera me interesaba el puesto, porque no es lo que estoy buscando; auque luego nunca se sabe», explica la afectada, detallando los motivos que la llevaron a continuar: «Quería comprobar cuanto tardarían en rechazar mi candidatura». Cuatro horas, aproximadamente . «El tiempo necesario para entender que estaba siendo víctima de un caso de discriminación laboral», prosigue.

Una vez digerido el mal trago, la joven rumana remitió a través de la página web de la compañía una carta explicando su disconformidad. «Quería preguntar por qué una empresa que se define como multicultural abre un anuncio en un portal de búsqueda de empleo en el que como requisito pide la nacionalidad española», cuestionaba en su misiva, señalando que pese a vivir la mitad de su vida en España, por ahora ha preferido no solicitar dicha nacionalidad. «Quizás más adelante, pero hasta hoy no lo he hecho por una decisión personal», detalla.

Horas después, la responsable de recursos humanos de Zankyou contactó con Raluca por teléfono para tratar de explicar el «malentendido». En conversación con ABC, Guillermo Fernández, cofundador de la compañía, reconoce el error en esa oferta puntual y lo atribuye a un fallo de redacción. «Queríamos decir idioma nativo español» , expone, señalando que la joven fue descartada por motivos puramente profesionales: «Buscábamos a un comercial de publicidad online con experiencia y consideramos que ella no cumplía con los requisitos».

Fernández descarta, además, cualquier tipo de discriminación por nacionalidad y, para ello, expone la diversidad de la plantilla que albergan en la sede de Madrid : «De los 150 empleados, solo un 15% son españoles. Tenemos trabajadores de muchos países aquí».

Sin embargo, Raluca tiene otra versión totalmente de los hechos. «Cuando recibí la llamada me dijeron que contrataban gente nativa porque conocen mejor la organización de bodas en sus respectivos países», remarca, mientras señala que de haber tenido la nacionalidad española tampoco la hubieran seleccionado (en una posterior justificación por Facebook, la empresa le asegura que tienen presencia en 23 países, con un equipo en cada uno formado por personas nativas del lugar). «¿Si nosotros abriéramos un portal en Rumanía, a que no te parecería bien que cogiéramos personal inglés?», fue otra de las explicaciones.

A partir de aquí, decidió exponer el caso en Facebook y contactar en Twitter con la Federación SOS Racismo para que se hicieran eco de lo sucedido. Mientras tanto, la solicitud, que apenas tenía tres inscritos, seguía inalterable. Este último paso provocó que la cuenta de InfoJobs reconociera primero que la oferta era discriminatoria , y anunciara después a través de su departamento de empresas la confirmación de que el anuncio -días después de enviar Raluca la petición- había sido modificado.

Motivos que encendieron, más si cabe, el desconcierto de Raluca. «Laboralmente, nunca me había pasado algo así», sostiene. Después de la primera contestación telefónica, la compañía le envió una segunda en relación a lo expuesto en Facebook (reproducida al final del texto), en la que recalcan que buscan «a una persona de nacionalidad española». Sea como fuere, Raluca sabe que tarde o temprano encontrará lo que busca. Experiencia y ganas no le faltan. Valor y coraje, tampoco.