La Complutense ya «emplea» a los alumnos para limpiar el botellón

A principios del pasado mes de octubre, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena , hizo pública una de sus primeras ocurrencias : proponía, de alguna forma, que los universitarios ayudaran a barrer el botellón . Intentaba la regidora un «servicio social de trabajo» y que los universitarios se convirtieran en «gestores de los grandes acontecimientos juveniles», como los botellones, donde –comentó– «normalmente la basura que se acumula es incalculable».

La alcaldesa tuvo esa idea porque acababa de ver unas fotos que la había enviado el rector sobre el último botellón en el campus de Moncloa. Andradas venía a pedir ayuda a Carmena y la alcaldesa dijo «sentirse avergonzada» por las imágenes. La polémica subió de tono cuando la regidora señaló: «A lo mejor no está mal que durante dos o tres meses una persona sea barrendero ocasional».

La postura de Carlos Andradas , al ser preguntado por ABC entonces, era un término más «light» y siempre voluntario. No era poner a barrer a los estudiantes literalmente pero sí diseñar un «plan de concienciación» para mantener limpio el campus. La UCM tiene su propio servicio de limpieza que, en años de recortes y con la ingente cantidad de basura que deja un botellón, resulta insuficiente.

Además, el de Moncloa es un campus urbano y con grandes superficies para que se junten, en una noche, más de dos mil jóvenes que, incluso, o no son universitarios o proceden de otras universidades de Madrid más alejadas. Los tres escenarios «favoritos» para el botellón son la plaza de Ramón y Cajal (donde confluyen las facultades de Odontología, Farmacia y Medicina y donde se encuentra la famosa estatua del caballo), aparcamiento y jardines de Ciencias de la Información y, por último, la zona semiboscosa cercana al Hospital Clínico.

Ahora, ese plan de concienciación del Rectorado está en marcha. La Complutense descarta la entrada de empresas privadas del sector limpieza pero sí mantiene contactos con empresas públicas o sin ánimo de lucro _como Ecovidrio y Ecoembes_ para que colaboren con la universidad en una mayor dotación de contenedores. Se trata de una campaña de mentalización medioambiental dirigida a toda la comunidad educativa pero, en especial, al alumnado.

Las dos «acciones» de recogida de residuos llevadas a cabo en Ciencias de la Información han ido viento en popa , según insisten fuentes académicas. Ello anima al equipo rectoral a seguir por ese camino. «Los chavales han hecho su botellón y después han recogido» , comentan desde el Rectorado.

La UCM mantiene contactos con asociaciones y Ong estudiantiles arraigadas en la Complutense. También se ha entrado en conversaciones con los distintos equipos deportivos universitarios para que sean ellos los que recojan al menos parte de los residuos que generan cuando celebran alguna fiesta.

Desde luego, en este plan de concienciación no habrá ningún tipo de retribución económica . Eso lo deja muy claro el equipo rectoral. Lo que se está estudiando es un tipo de «compensación» en forma de entradas para conciertos o cualquier tipo de evento cultural, deportivo y de ocio.

Conviene recordar que una normativa anti-botellón de la Comunidad prohíbe y penaliza el consumo de alcohol en la vía pública.