El «Chamaquito» y sus secuaces obligaban a pagar a los menores que entrasen en su banda latina

Los agentes iniciaron las pesquisas a finales del mes de junio cuando la Brigada Provincial de Información detectó un incremento de la actividad de los DDP en la localidad de Torrejón de Ardoz, en la misma fecha que se produjo también una «caída» –en su argot, salir a la caza de otro grupo enfrentado– en una zona ajardinada de Carabanchel y durante la cual tres personas resultaron heridas de diversa consideración por arma blanca.

Por ello, los agentes especializados en este tipo de bandas iniciaron un exhaustivo análisis de ambas situaciones a fin de cortar de raíz cualquier brote delictivo. Nacía así la operación Rubicón, cuyos primeros resultados tuvieron lugar el 9 de julio, día en fue apresado un miembro de los DDP por amputar un dedo a un hombre de 41 años en el parque de Comillas del distrito de Usera, precisaron ayer a Efe fuentes policiales.

Mientras, los investigadores comprobaron que detrás de la escalada de acciones violentas en Torrejón se encontraban individuos muy jóvenes, de entre 12 y 16 años, que hasta la fecha no habían formado parte de los propios DDP. Tras identificar a los menores, pudieron constatar que estos eran reclutados por pandilleros del «capítulo» para cometer robos y asaltos a cambio de protección. Eso sí, mediante el abono de una cuota semanal. El problema para los nuevos componentes llegaba cuando no podían pagar lo acordado ni asistir a reuniones de la banda u obedecer determinadas órdenes, casi siempre encaminadas al ataque de otros jóvenes o la realización de atracos. La imposibilidad o negativa a cumplir estos fines suponía que estos fueran castigados por medio de palizas, que variaban de grado en función de la «gravedad» de las infracciones, siendo el abandono de la banda la catalogada como la peor de todas.

Para dar con toda la cúpula y poder desarticular la facción, ha resultado decisiva la colaboración de los padres de los menores afectados. Los detenidos son tres adolescentes de 15 y 16 años, uno de ellos de origen rumano, y cuatro mayores de edad de 18, 22 y 23 años, entre los que se encuentra el líder, al que apodan «Chamaquito» . Los siete cuentan con antecedentes policiales por delitos de robo o riña tumultuaria y ya han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores acusados de pertenencia a grupo criminal, extorsión y coacciones graves.

De igual forma, el dispositivo Rubicón ha servido también para capturar a tres Trinitarios por llevar a cabo una agresión planificada contra componentes de un grupo contrario, en la que emplearon machetes y otra serie de armas blancas, dejando a tres jóvenes heridos, dos de carácter grave y uno muy grave. Tras ser localizados, fueron apresados pos delitos de lesiones y pertenencia a organización criminal.