Buitrado del Lozoya: Un viaje a la Historia

Además, está enclavada en un entorno natural privilegiado, rodeada por el río Lozoya y entre los embalses de Riosequillo y Puentes Viejas, por lo que no hay que dejar escapar la ocasión de visitarlos y de subir al Puerto de la Acebeda o a la acebeda de Robregordo.

Un paseo por la villa arranca en la Plaza de la Constitución, anteriormente conocida como Plaza del Reloj, y continúa por la calle del Arco, desde donde se accede al recinto amurallado por la Torre Albarrana. La primera visita será a la iglesia de Santa María, del siglo XIV. Bajando por la calle del Infantado hacia la plaza del Castillo aún se aprecian los restos de la llamada Casa del Duque, edificada en el siglo XV.

Al fondo de la plaza destaca una casona blasonada de los siglos XVII-XVIII. Rehabilitada y convertida ahora en Escuela de Música, tiempo atrás fue sede del Ayuntamiento, escuela y cárcel. Junto a ella se alza una residencia de ancianos en la que llama la atención su puerta, único elemento que perdura del desaparecido Hospital de San Salvador.

Desde la plaza se observa el castillo o alcázar, residencia que fue del Marqués de Santillana y sus descendientes y en la actualidad en ruinas. Entre los personajes ilustres que habitaron en el alcázar destacan la reina Juana de Portugal y su hija Juana la Beltraneja.

También podemos admirar una de las entradas al recinto, la Puerta del Gorronal, y el Arco del Piloncillo, llamado así por un manantial situado cincuenta metros más abajo, al pie de la muralla.

Pero la visita no termina aquí, y en los aledaños del recinto encontramos los Puentes del Arrabal, también llamado Puente Viejo, y el de Calicanto.

Y mención especial requiere el Museo Picasso, situado en los bajos del Ayuntamiento y uno de los pocos monográficos que existen sobre Picasso en todo el mundo. Cuenta con más de cincuenta obras del genial artista, fechadas entre octubre de 1948 y el día de Navidad de 1972 y dedicadas a su amigo y barbero Eugenio Arias.

Si aún nos sobra tiempo, podemos traspasar los límites de la villa y realizar dos sendas cortas. La primera, llamada de la Trinidad, tiene un recorrido circular de dos kilómetros, pasando por el puente de Calicanto hasta las inmediaciones de Villavieja. La segunda, conocida como Cerro de Cincovillas, es una ruta de 6 kilómetros que concluye en el Picazuelo. Para mayores distancias podemos acercarnos al puerto de Somosierra, pasando antes por Piñuecar, Gandullas, Gascones, La Serna del Monte, Braojos, La Acebeda y Robregordo.

Si se visita el municipio durante el mes de agosto no hay que perderse las fiestas en honor de la Virgen de la Asunción y San Roque, los días 15, 16 y 17. En esas fechas numerosos visitantes se acercan a Buitrago del Lozoya para participar en las numerosas actividades programas, entre las que destacan los dulzaineros. Además, los días 12, 13 y 14 de septiembre se celebran unos festejos menos populosos, los del Cristo de los Esclavos y la Virgen de la Soledad, con la tradicional «caldereta» para los vecinos.

Pero sin duda, la Feria Medieval, que se celebrará este año los días 30 y 31 de agosto, es el acontecimiento más famoso del municipio y el que más turismo atrae por sus animadores y pasacalles. Además de un mercado medieval en la plaza del Castillo, los visitantes pueden alquilar disfraces de la época para participar en las numerosas actividades programadas.

Por último, la oferta cultural incluye los «Clásicos de verano», los próximos días 20, 23 y 27 de julio, con conciertos al aire libre en la plaza de los Hornos