Bely Basarte: «Mi nuevo disco nace de un corazón destrozado»

Después de todos esos vaivenes emocionales, cuando lanzó el primer single del disco, «Roma», llegó la pandemia y Bely se encerró en casa como todos, «chequeando los comentarios que hacía la gente, y me alegró mucho ver que todos percibían el aire fresco en mi música, que era lo que quería transmitir». Para ello, la cantante unió fuerzas con un colaborador bastante insospechado, Garabatto : «Él hace dubstep y electrónica muy bestia, y buscar ese punto intermedio entre nuestros mundos fue fascinante. Él es rapidísimo de mente, tiene muchísimas ideas en cuestión de minutos, y fue una pasada trabajar con él frente al ordenador. Mi reto fue encontrar un sonido menos convencional, me apetecía endurecer mi sonido, experimentar con él. No quería repetir fórmulas anteriores: estaba en un momento de cambio y la música tenía que sentirse también así. Garabatto y yo, en su estudio de Madrid o de Valencia, dedicamos horas y horas de trabajo buscando nuevos sonidos y el balance con aquel espacio de donde vengo y aquel otro hacia el que me dirijo, y creo que lo hemos conseguido».

Hay una parte de «El camino que no me llevó a Roma», la protagonizada por los « amores sanos , los que consisten en quererse bien más que en quererse mucho», en la que a Bely le costó mucho expresarse. «Me bloqueé durante un par de meses porque no me salían las palabras», confiesa: «A mí me gusta escribir lo que siento, y en ese momento no sentía nada, no era capaz de recordar cómo era ese amor sano. Así que tuve que hacer un ejercicio consciente para sacar esos sentimientos que tenía tan enterrados».

A pesar del sufrimiento emocional, Bely sabe reconocer el lado bueno de haber pasado por una mala racha . «Para entender lo que es el amor sano, hay que haber conocido el insano, el tóxico», asegura. Y lanza una interesante analogía: «Quizá ese también sea el lado bueno de vivir esta situación tan dura que nos está tocando con la pandemia. Nos va a hacer reflexionar y apreciar mucho más las cosas buenas de la vida».

Bely terminó el disco en marzo, después de un proceso de revisión « muy perfeccionista , en el que reescuché todo al detalle y di un poco la lata a mi productor con algunos cambios de última hora», comenta entre risas. Y después de cinco meses que se han hecho larguísimos, en los que se apuntó a varias iniciativas de actuaciones en «streaming», la artista está impaciente por ver cómo lo reciben sus fans. «Espero que os emocione y sintáis cada uno de los miedos, angustias e inseguridades a los que tuve que enfrentarme, pero también los amores, las alegrías y las celebraciones que me han traído hasta aquí».