El Ayuntamiento de Madrid asegura que el traslado de Medialab-Prado no afecta a la candidatura de la Unesco

Medialab-Prado y su reubicación en el entorno de Matadero ha desatado la polémica en parte del sector cultural, incluido el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), asociado a la Unesco. El malestar llega al considerar que la candidatura del eje Prado-Retiro como ‘paisaje cultural’ podría estar en peligro en esta etapa final del camino. Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Madrid no ven polémica alguna en su decisión. «La incidencia del traslado de MediaLab a Matadero en la candidatura no supone ningún riesgo. Si no, no lo haríamos», explica a ABC, contundente, su responsable técnico, Luis Lafuente . El director general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento recalca que el propio contenido y la esencia del proyecto postulante a Patrimonio de la Humanidad contemplan el carácter cambiante de los proyectos culturales que acoge la zona de influencia y que mantendrán un encuentro con Icomos para explicarlo.

Lafuente se muestra tranquilo y confiado en ello, sobre todo porque el inmueble objeto de la polémica «no perderá su uso cultural». El edificio de la Serrería Belga –nombre que hace referencia a su primitiva actividad– albergará una sala de exposiciones para exhibir fondos del Museo de Arte Contemporáneo del Centro Cultural Conde Duque. También acogerá un laboratorio de emprendimiento, innovación y creatividad. «Las nuevas instituciones que acoge no cambian la materialidad de lo presentado en el expediente a la Unesco», reitera, conocedor en profundidad del funcionamiento de este organismo. Lafuente ha sido miembro de delegación permanente ante esta institución y ha acompañado el proyecto trabajando desde las tres administraciones afectadas: el Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid y, ahora, el Ayuntamiento.

«Hay que conocer muy bien la ‘ Convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural ’, las reglas del juego que se desarrollan y la propia esencia de la candidatura. No es cierto que no se pueda mover un ápice de la candidatura. De hecho, en ella hemos contado las obras que estaban en marcha: el hotel Ritz, los trabajos en el paseo de México del Retiro, la futura adecuación del entorno de Atocha...», dice sobre las informaciones aparecidas en diversos medios alertando de que la alteración de la misma podría anularla.

Esa «esencia» parte de un hecho singular para Lafuente: «El Prado y El Retiro son el primer paisaje cultural urbano de la historia, como paseo arbolado desde tiempos de Felipe II ». Un modelo que se exportó desde Madrid a Sevilla, según describe este experto, y de allí a Iberoamérica con destacados ejemplos en ciudades como La Habana o Ciudad de México. Además, destaca la pretendida finalidad que, desde tiempos de Carlos III, ha tenido como lugar de establecimiento de las instituciones culturales y científicas –desde el Museo del Prado hasta el Jardín Botánico, pasando por el Observatorio Astronómico o la Real Academia Española, entre muchas otras–. «Esa idea de diseño urbanístico para reservar esa parte de la ciudad para instituciones culturales se desarrolla durante el siglo XVIII, XIX, XX y, también, XXI», recalca apelando al traslado de Medialab-Prado y la creación del nuevo espacio expositivo y el laboratorio empresarial.

Desde el Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte que dirige Andrea Levy , explican que está prevista una primera fase en la que las 18 personas que integran el programa Medialab se ubiquen en sus nuevos puestos de trabajo en Matadero Madrid. «Mientras se conservarán las actividades que se desarrollan en el edificio de la Serrería Belga durante los próximos meses», añaden. Respecto a la adaptación de los interiores del inmueble –la estructura no sufrirá ninguna alteración–, las citadas fuentes señalan que serán sometidas al estudio de la comisión local de patrimonio histórico.

Respecto a la decisión final, Lafuente es optimista dentro de la «dificultad» que entraña obtener este reconocimiento. Si la evolución de la pandemia lo permite, tendrá lugar entre verano y otoño de este año en la ciudad china de Fuzhou . «Hay intención de celebrar un doble comité para las candidaturas de 2020 y de 2021», explica. Las posibilidades son cuatro: la inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial; no hacerlo, sin perjuicio de que la candidatura pueda volverse a presentar; pedir una ampliación de información sin pasar por una misión de evaluación; o una reformulación en profundidad de la candidatura pasando de nuevo el estudio de los expertos.