Atracadores en Wallapop: perfiles falsos para engañar a sus víctimas

Un joven, agredido en Móstoles tras quedar para vender su Play 4, es la última víctima

Un usuario dentro de la aplicación móvil de Wallapop

Imagine poner a la venta un objeto a través de Wallapop y terminar en el hospital tras ser asaltado por el supuesto comprador en plena transacción. Por extraño que parezca, son varios los casos denunciados: el último, el pasado fin de semana, cuando un joven ... acudió al recinto ferial de Móstoles para vender su Play 4 y fue recibido a golpes por otro individuo. Pese a que el delincuente no logró arrebatarle la videoconsola, gracias a la intervención de otras personas que se toparon con la desagradable escena, el afectado acabó en el suelo debido a la agresión sufrida.

Una vez atendido y ya con el correspondiente parte de lesiones, los hechos fueron denunciados ante la Policía Nacional. El problema para los investigadores suele versar en la falsificación de los perfiles. Así, los malhechores llegan incluso a suplantar identidades a fin de no levantar sospechas y evitar ser localizados. El propio programa avisa a los usuarios en el caso de detectar un posible fraude.

El auge de este tipo de aplicaciones móviles ha provocado la aparición de un nuevo soporte que algunos sujetos aprovechan para cometer delitos. Por ello, las autoridades recomiendan quedar en lugar concurridos y hacerlo siempre acompañados de al menos una persona. En caso de acudir solo, mantener informado a un tercero de la posición exacta. Los agentes inciden en la necesidad de tomar precauciones, de la misma forma que si se tratase de una aplicación de citas, donde es más habitual que dos usuarios desconocidos entablen contacto para quedar finalmente en persona.

Con todo, los ladrones continúan al acecho por medio de dos estratagemas. Por un lado, pueden ofertar productos de alto valor para después apoderarse del dinero en efectivo que lleven encima los compradores; y, por otro, hacerse pasar por compradores de dispositivos electrónicos, teléfonos móviles y otros instrumentos de fácil salida en el mercado negro.

Asaltos por sorpresa

En 2019, un matrimonio chino fue asaltado con cuchillos en el distrito de Hortaleza. Las víctimas, que trataban de comprar unas zapatillas, fueron guiadas por su intermediario hasta una callejuela cercana, donde dos individuos más aguardaban escondidos. Un año más tarde, dos menores fueron detenidos en la estación de Cercanías de Coslada después de amenazar con navajas a otros cuatro tras quedar previamente por Wallapop. Dos ejemplos de un peligroso fenómeno que parece no tener fin.

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