López Madrid consigue retrasar otro año el juicio por el acoso y la agresión a la doctora Pinto

En una resolución a la que tuvo acceso ABC, se señala el juicio para los días 6 a 31 de octubre de 2025 «y con independencia de los concretos días en que estén citados los testigos y peritos, se extiende el señalamiento durante todo el mes de octubre a fin de garantizar la práctica de toda la prueba en sesiones continuadas, y que de no comparecer por cualquier motivo alguno de los intervinientes, pueda asistir en otra fecha de las previstas, sin afectar a la agenda de los Letrados».

Se blinda así el juzgado de lo Penal, también respecto del margen para que las partes puedan «plantear todas las cuestiones que sean de interés para las partes con la antelación necesaria a la fecha de inicio, con tiempo para su resolución y las impugnaciones que procedan». La cuestión es que todo eso ya se había dirimido para poder arrancar el 30 de septiembre y las dos peticiones previas de la defensa de López Madrid para suspender el arranque del procedimiento fueron desestimadas.

La suspensión se produjo después de que el letrado alegase problemas de su propia salud que le impedían acudir en tiempo y forma. La abogada de Elisa Pinto recurrió la decisión, sin éxito, en un escrito en que denunciaban que el abogado había presentado para suspender el juicio un informe clínico dejando constancia de que había acudido a consulta, «pero no ningún informe médico» que le prescribiese una baja laboral ni describiese síntomas o diagnóstico. «No hay ninguna corroboración científicamente evaluable», señalaban.

Recordaban en este sentido que la legislación sólo permite suspender un juicio por enfermedad del defensor «cuando éste enfermare repentinamente hasta el punto de que no pueda continuar tomando parte en el juicio ni pueda ser reemplazado este último sin grave inconveniente para la defensa del interesado» y dado que «sólo el parte de baja puede acreditar la ausencia por incapacidad laboral de la persona trabajadora» y aquí no consta, no debiera haberse cancelado la celebración de la vista.

«La suspicacia que manifiesta esta parte no es baladí, ya que el letrado viene solicitando la suspensión que le ha sido denegada y esta parte ya vaticinó, que ante la denegación seguro que iba a aparecer «por arte de magia» un informe médico. Sin embargo, lo que se presentó es un simple informe clínico sin ninguna validez para acreditar la suspensión de este juicio», señalaba la abogada de Elisa Pinto, para incidir en que como se desprende de los escritos que López Madrid ha ido presentando a la causa, tiene más abogados, es decir, podían haberle reemplazado.

Sus reclamaciones no fueron escuchadas y el juicio tardará un año más en celebrarse. La Fiscalía pide 13 años de cárcel Villarejo y López Madrid y les acusa de haber orquestado y desplegado una campaña de acoso sistemático a la doctora Pinto entre los años 2013 y 2016, que incluye además de ilícitos de amenazas y coacciones dos delitos de lesiones.

Uno, por la agresión que sufrió cuando un hombre no identificado en la causa se coló en su coche en enero de 2014 y la hirió en el hombro. Otra, el apuñalamiento con un objeto punzante que sufrió en abril del mismo año. Estaba junto al vehículo en el que su hijo de diez años se acababa de subir. Le dejó una herida en el abdomen de cuatro centímetros de la que conserva aún la cicatriz, como obra en las actuaciones. Pinto identificó a Villarejo como el autor material de esa agresión.