En concreto, la iniciativa defendida por la socialista Caridad Rives buscaba establecer una nueva regulación sobre las instrucciones previas, con diferentes finalidades: por un lado, adecuarse a lo dispuesto en la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia, incorporando la solicitud de la prestación de ayuda para morir entre las situaciones que son motivo para realizar esa manifestación anticipada de la voluntad; por otro, regular que las instrucciones previas se produzcan dentro de los límites legales, eliminado la referencia a la 'Lex artis', y aportando mayor seguridad jurídica a su aplicación.
Pero el Pleno del Congreso ha rechazado tomarla en consideración poniendo fin a su tramitación parlamentaria. La iniciativa sumó 162 votos, pues el PSOE logró el apoyo de Sumar, ERC y Bildu, entre otros aliados del Gobierno, pero fueron insuficientes frente a los 180 votos que sumaron el PP, Vox, Junts y el PNV.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete