El juez del caso Koldo cita a declarar a Cueto, uno de los empresarios relacionado con el asesor de Ábalos

Según informan en fuentes jurídicas, Cueto está convocado a las 9:30 horas de la mañana de este miércoles y la citación se produce después de que el empresario, pendiente de juicio en otro asunto por supuesta corrupción de funcionarios en Angola, haya regresado a España. Se encontraba fuera del país cuando el martes de la semana pasada la UCO de la Guardia Civil explotó la operación Delorme y detuvo a una veintena de personas, incluido el asesor del exministro de Transportes José Luis Ábalos, Koldo García.

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El PSOE ha pedido al exministro de Transportes que deje su escaño a raíz del caso Koldo de presunto cobro irregular de comisiones en la compra de mascarillas

De acuerdo a la documentación del caso a la que tuvo acceso ABC, Cueto y De Aldama eran «colaboradores habituales» y compartieron sociedades antes y después de esos contratos bajo sospecha adjudicados desde Puertos del Estado, ADIF y el Ministerio del Interior, se presume, por intermediación de Koldo García, «que habría cobrado por ello».

Este empresario afronta una petición de 50 años de cárcel de la Fiscalía Anticorrupción por las actividades de su grupo empresarial, Cueto, en Angola, donde habría abierto mercado a la contratación de bienes y servicios mediante pago de sobornos a funcionarios y otras prácticas ilícitas.

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Esa es la razón que encuentran los investigadores al hecho de que se retirase de las empresas para pasar a una posición en la sombra, si bien le sitúan como «titular real» de la adjudicataria de las mascarillas y quien asumió mayor proporción del beneficio que generó el negocio, un 36%.

En el caso Koldo, la investigación apunta que mantiene una «relación estrecha con él» que se mantuvo más allá de los contratos de pandemia. Durante las vigilancias y los seguimientos fueron vistos juntos en varios encuentros, tanto en una marisquería de Madrid como frente a un establecimiento situado a pocos metros de la Audiencia Nacional.

Los contactos se habrían intensificado por cuenta de la inspección fiscal que afrontaba la empresa adjudicataria precisamente, por las plusvalías de aquellos contratos de pandemia y por la que Víctor De Aldama había sido citado a declarar ante la Oficina Nacional de Inspección del Fraude, pero también abordaron otros asuntos, como la reclamación por un contrato de mascarillas que había iniciado el gobierno balear.