Un tercio de los jóvenes no ve maltrato en controlar los movimientos de su pareja

Para más inri, tres de cada diez jóvenes tampoco ven maltrato ninguno en decirle a su pareja que «no vale nada» o «hacerle sentir miedo». Éstas y otras llamativas respuestas son las que compilan un completísimo informe auspiciado tanto por el Ministerio de Igualdad del que forma parte Lorente, como por la Universidad Complutense de Madrid y representantes de las 17 autonomías, además de los colegios en los que estudian los 11.020 estudiantes cuya opinión se ha pulsado.

De este estudio -que lleva por membrete «Igualdad y prevención de la violencia de género en la adolescencia- se desprende una afirmación muy preocupante: más de un 13% de los varones reconoce que en alguna ocasión ha ejercido conductas violentas contra su pareja o con aquellas con las que flirteaban para que lo fuesen. Un 9,2% de las entrevistadas admite que ha padecido este tipo de violencia. Si a ello unimos que, en total, un 19% de ellas y un 32% de ellos, justifican la violencia y el sexismo como la reacción propia a un acto agresivo, el resultado es un cótctel molotov para las cifras de la violencia de género futura. «Toleran el maltrato» ha sido la frase de síntesis expresada por el delegado del Gobierno.

En correlación con las frases que permiten unas y profieren otras, un 8,1% de los jóvenes responde a patrones de dominio y sumisión, añade el informe, puesto que se muestra partidario de sentencias lapidarias como éstas: «Para tener una buena relación de pareja es deseable que la mujer evite llevar la contraria», «cuando una mujer es agredida por su marido, algo habrá hecho para provocarle» y, la más sangrante, «cuando una mujer es agredida por su compañero y ésta no el abandona, será porque no le disgusta del todo esa situación».

Las cifras no responden a un estudio nimio, dado el volumen de adolescentes encuestados y también porque se ha realizado en 335 centros educativos, pidiendo también la opinión de 2.727 profesores y 254 equipos directivos. Con ellos, se ha detectado que los jóvenes «absorben» parte de esa tolerancia hacia la violencia de género en su entorno familiar, educacional y en los medios de comunicación. Una cifra con la que el trabajo de investigación ejemplifica este «efecto esponja» es que un 34,2% de los chicos escucha «con frecuencia» a adultos defender que si alguien pega, ha de devolver el golpe u otras manifestaciones tales como que los celos son expresión de amor. Según revela el estudio, este tipos de frases calan más en los varones, puesto que las chicas se muestran más ávidas a impulsar y defender la igualdad.