Javier Esparza: «Un prófugo de la Justicia es el que va a decidir entre Sánchez o elecciones»

El líder de UPN repasa con ABC la actualidad política de España solo unos días después de que se formalizara el Gobierno de Chivite apoyado por Bildu

Recuerda que el PNV tilda a Bildu de «partido peligroso», pero «bendice» el acuerdo de ambos con los socialistas

El Rey recibirá a partir de este lunes a los partidos políticos para decidir quién va a la investidura

Javier Esparza, el presidente de Unión del Pueblo Navarro (UPN) EFE

En Navarra, son jornadas de fiestas populares. Como en toda España. Pueblos que se engalanan para celebrar sus fiestas patronales y exhibir sus tradiciones. Su día grande. Festejos a los que acude con gusto cuando se le reclama Javier Esparza (Pamplona, 1970), un enamorado ... de su tierra. El líder de Unión del Pueblo Navarro (UPN) atiende a ABC solo unas horas después de asistir a la toma de posesión de la socialista María Chivite como nueva presidenta de Navarra, puesto que alcanza de nuevo tras un pacto tripartito apoyado por EH-Bildu.

«Acuerdo de perdedores», apunta Esparza, que hace dos meses ganó las elecciones autonómicas. UPN repitió triunfo el 23J en las generales, lo que reportó a su partido un escaño en el Congreso con el que se le abrirán este lunes las puertas de La Zarzuela, a donde acudirá para iniciar la ronda de contactos de los partidos políticos con el Jefe del Estado.

–¿Qué tiene previsto decirle mañana al Rey?

–Tengo claro lo que voy a contarle, pero lo que hable con el Rey se lo diré al Rey. Hay que ser prudente y son conversaciones privadas que no voy a adelantar. Lo que le tenga que decir se lo diré a él.

–¿Cómo ve la investidura? ¿A quién elegirá Felipe VI?

–Es muy arriesgado hacer un pronóstico, porque el que va a tomar la decisión es Puigdemont. Un prófugo de la Justicia es el que va a decidir si en España hay nuevas elecciones o si tenemos de presidente a Pedro Sánchez. Puigdemont va a decidir en función de lo que a él le interese. Si le interesa llevar a España a unas nuevas elecciones y salir con el discurso de que él no se arrodilla ante el PSOE ni ante los españoles, pues lo hará. Pero si piensa que puede salir reforzado en unas elecciones generales o autonómicas o si cree que le interesa apoyar a Pedro Sánchez, porque le va a hacer una serie de cesiones con las que Junts salga ganando, pues también lo hará. No soy capaz de calibrar qué posición va a tener, porque nadie lo sabe más que él.

–¿Lo que pasó el jueves en la votación de la Mesa del Congreso debe hacer cambiar de opinión a Feijóo?

–Creo que si el PP cuenta con 171 votos asegurados tiene que intentar una investidura. El PP ha ganado las elecciones y tiene la legitimidad para hacerlo. En un contexto, además, en el que Sánchez veremos cuántos apoyos tiene al final. Porque una cosa es la votación de la Mesa y otra la votación de la investidura. Lo que ocurrió el jueves es un primer paso, pero lo único que me traslada es que Junts y Puigdemont quieren negociar. Y quieren intentar chantajear al PSOE y exigirle lo que no está escrito. Pero es un primer paso, veremos lo que ocurre.

–O sea, que aunque le hayan apoyado en la Mesa, no quiere decir que lo vayan a hacer en una investidura…

–Claro, porque el precio no va a ser el mismo. No va a ser que se hablen las lenguas en el Congreso. Será mucho más caro y vamos a ver si el precio, desde el punto de vista de la legalidad, es posible que sea asumido. Pedro Sánchez podrá querer lo que quiera, pero hay un Estado de derecho con el que cumplir. Vamos a ver qué es lo que pasa, pero yo creo que todo sigue abierto.

–¿Le preocupa la amenaza de la autodeterminación con Bildu de por medio?

–Por supuesto. Aquí, en el debate de investidura, la portavoz de Bildu ya dijo que esta legislatura tenía que ser un punto de inflexión. Que querían hablar de todo y que el derecho a decidir y la soberanía de Navarra tenían que estar sobre la mesa. Y yo ahí ya le dije a la señora Chivite que con sus parlamentarios y los nuestros teníamos mayoría absoluta. Le dije que aquí tenía mis votos para frenar a Bildu y Geroa Bai. Somos más. Así que si nuestros votos sirven para frenar las ansias de Bildu, los vamos a poner al servicio de Navarra. Y si el Partido Socialista (PSN) hace lo que no tiene que hacer, pues saldremos a la calle. En UPN no vamos a dejar que Navarra sea anexionada por el País Vasco, que no le quepa ninguna duda a nadie.

–Estos días se habla mucho de fomentar el euskera, ¿cree que durante estos cuatro años acabará siendo lengua oficial en Navarra?

–Navarra tiene una realidad sociolingüística que es muy clara. En el norte se habla euskera, en el centro se habla en algunos sitios y de Pamplona para abajo, muy poco. Esa es la realidad del euskera en Navarra. Nosotros hemos defendido que quien quiera aprender euskera que lo aprenda, de la misma manera que defendemos que para la función pública tengamos los mismos derechos sepamos o no euskera. Vamos a ver. El Partido Socialista ha cedido en esta legislatura en materia de euskera. Ha multiplicado por seis el presupuesto. Nosotros tenemos votantes que hablan y piensan en euskera y para ellos trabajamos también, pero lo hacen desde la libertad. Eso es lo que nosotros vamos a defender. Un cambio de la zonificación lingüística sería un antes y un después en Navarra y habría una reacción de la sociedad navarra, sin ningún tipo de duda.

«Un prófugo de la justicia es el que va a decidir si en España hay nuevas elecciones o si el presidente es Pedro Sánchez»

–¿Cómo es su relación con el PP?

–Pues he hablado últimamente con el señor Feijóo y también con Javier García, presidente del PP en Navarra, y es una relación educada. Hemos competido en las elecciones y somos dos partidos distintos. UPN no es la franquicia del PP, que quede claro. Ni en Madrid ni en Navarra. Tenemos vida propia y tenemos voz propia. En muchas ocasiones coincidimos con el PP y en otras muchas, no. Eso es lo que representa UPN, una formación que en Navarra es la primera fuerza. Desde el PP a nivel nacional creo que ha habido una estrategia para intentar absorber a Ciudadanos y también a partidos regionalistas de algunas comunidades. Pero UPN es otra cosa, es más que un partido regionalista, es el partido de Navarra. Estamos en todos los pueblos y tenemos 15 de los 50 parlamentarios autonómicos. El PP tiene tres y Vox, dos. Esa es la realidad. Somos la primera fuerza por algo. El 53 por ciento de los navarros tienen un alcalde de UPN y el PP no gobierna ningún ayuntamiento. Será por algo. Pero también tengo claro que debemos trabajar juntos sin ningún complejo.

–¿Y por qué no se presentaron juntos a las últimas elecciones?

–Pues porque el PP no quiso ir con nosotros. Yo le puse sobre la mesa al señor Feijóo el mismo acuerdo de coalición con el que habíamos ido a las últimas cuatro elecciones generales con el PP. El mismo acuerdo que yo firmé con Rajoy en 2015 y 2016, y en 2019 en dos ocasiones con el señor Casado. Ese acuerdo, con el que habíamos concurrido en coalición, lo puse sobre la mesa y estuve esperando hasta las doce menos cuarto del último día que se acababa el plazo para presentar coaliciones. Teníamos todo preparado, si el PP hubiera querido habríamos ido en coalición. Pero no quiso y solo ellos sabrán el motivo.

–Lo que se desprende de sus palabras es que su relación con Feijóo no es tan buena como la que tenía con Rajoy o con Casado…

–Nos estamos empezando a conocer, pero no tengo mala relación con él. Le respeto mucho y respeto mucho su trayectoria política. Ha sido cuatro veces presidente de su comunidad y no es una cuestión menor, al contrario. Dicho esto, creo que las informaciones que le llegan desde Navarra no están ajustadas a la realidad. En cualquier caso, nosotros nos presentamos a las generales diciendo que apoyaríamos a Feijóo en una posible investidura y así lo vamos a hacer. Tenemos una relación cordial y hablamos con franqueza y claridad. Con el reconocimiento de que somos dos proyectos políticos diferentes y que uno está llamado a gobernar Navarra, como UPN, y el otro a hacerlo en España, como el PP.

–Eso es algo que parece complicado ahora mismo…

–Bueno, en política no hay nada escrito. Creo que en este momento, tal y como está la cosa, lo veo muy difícil, pero vamos a ver.

–En Navarra, después de muchas semanas de silencio, llegó el pacto esperado entre el PSN, Geroa Bai (PNV) y Contigo-Zurekin (Podemos) con el apoyo de Bildu. Para ese final no necesitaba usted apuntes, ¿no?

–Estaba escrito. Lo sabíamos. El PSN ha querido esperar a que pasaran las elecciones para no incomodar y perjudicar electoralmente a Pedro Sánchez con un acuerdo con Bildu en Navarra. La única opción que tenía Chivite era esa abstención y eso le podía penalizar a Pedro Sánchez. Todo se ha retrasado por eso y luego ha habido un reparto de sillones vergonzoso de Geroa Bai y PSN, dos formaciones que no se soportan entre sí. El Gobierno nace roto, porque ni se miran a la cara. Es un Gobierno de conveniencia, que va a traer retroceso e inestabilidad a Navarra. Un Gobierno con Bildu no puede traer otra cosa.

«En UPN no vamos a permitir que Navarra sea anexionada por el País Vasco»

–¿Ve alguna diferencia con el acuerdo de hace cuatro años?

–Es mucho más genérico. Solo refleja generalidades. En alguna cuestión apunta un poco, pero nada que sea llamativo. No hay compromisos económicos. Es un canto al sol para poder hacer luego lo que quieran. Viene a recoger todo lo que dijeron que iban a hacer estos ocho años y que nunca hicieron. Lo vuelven a recoger. Tienen dos mantras. Uno es que son progresistas, que se lo dicen a sí mismos y se lo creen. Pero no lo son, porque no traen progreso a Navarra. Por eso, de progresistas no tienen absolutamente nada. Están preocupados por sus sillones, por sus juegos de poder, sus coches oficiales y en ver qué parte del Gobierno controlan para sus intereses personales. El otro mantra es que UPN va a recortar derechos si llega al poder, que es lo mismo que le dicen al PP a nivel nacional, pero yo ya le dije a la señora Chivite que ella había crecido con gobiernos de UPN y que me dijera qué derechos le habíamos recortado. No me dijo ninguno. No me contestó, porque no puede.

–Es como si antes, no hubiera existido la política…

–La democracia y las libertades no han llegado con estos gobiernos, llegaron mucho antes. A Navarra y a España. Pero ese es el mantra: somos progresistas y estos otros recortan derechos. En Navarra, desgraciadamente, nos hemos acostumbrado a que gobiernen los que han perdido las elecciones. Esto en España no estaba ocurriendo y veremos si pasa ahora o no, pero aquí lleva pasando desde 2015. Hemos ganado las tres últimas elecciones y no hemos podido gobernar.

El socialismo decidió en 2019 que pactaba con Bildu, que pasaba esa raya que nunca había superado y cambiaba las reglas del juego. Hasta ese momento, habíamos gobernado apoyados en el PSN o al revés. En Navarra no hay mayorías absolutas y el independentismo o el nacionalismo cuenta. El PNV (Geroa Bai) sí pacta con Bildu. Y están encantados. Ortuzar dice que es un partido peligroso, pero aquí bendice el acuerdo. García-Page dice que con los asesinos de ETA ni a la vuelta de la esquina, pero… Aquí vale todo para que no gobierne el que ha ganado las elecciones.

–¿Cuánto le queda a su compañera Cristina Ibarrola como alcaldesa de Pamplona? Ahora que ya ha pasado el 23J, izquierda e independentistas pueden extender su acuerdo regional a nivel municipal con una moción de censura en la capital navarra...

–A mí jugar a la política ficción nunca me ha gustado. Nosotros tenemos la misma situación en Pamplona, Estella, Barañain y Egües y lo único que podemos hacer es trabajar para la gente. Y no nos tiene que preocupar nada más. Tenemos que ser útiles para la gente. Sobre lo demás, el PSN sabrá lo que tiene que hacer. El mismo día que Ibarrola tomaba posesión en Pamplona ya se estaba pidiendo la moción de censura. No vamos a estar con una espada de Damocles durante toda la legislatura. Si la hacen que la hagan, pero ellos sabrán.

«Ortuzar dice que Bildu es un partido peligroso, pero aquí bendicen el acuerdo con ellos»

–¿Pero les ve capaces de hacer alcalde a un dirigente de Bildu?

Repito que yo no hago política ficción. Sabemos que no tenemos mayoría absoluta en estos cuatro ayuntamientos, pero sí una mayoría suficiente porque somos la primera fuerza y si ellos han tomado ya alguna decisión al respecto, pues que la hagan pública y entonces la valoraremos. No podemos estar preocupados por esto y, por suerte, las cuatro alcaldesas están centradas en poner en marcha sus equipos.

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