«Estamos indignados y tristes por que España se haya convertido en un paraíso para sembrar el odio e incitar a la destrucción de Israel», señalaba ayer el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí en un mensaje publicado en sus redes sociales, con el que agrandaba un poco más el cisma existente con el Ejecutivo dirigido por Pedro Sánchez.
Para Israel, «es inaceptable que una sociedad democrática [como la española] permita la glorificación del terrorismo y la celebración de los crímenes contra la humanidad perpetrados por Hamás», ahondaba el comunicado, en referencia a la matanza cometida por el grupo terrorista en varios kibutz hace ahora exactamente un año.
En su mensaje, que supone un nuevo choque diplomático entre ambos países, el Ministerio de Exteriores israelí se refiere también al hecho de que Masar Badil, una organización palestina que considera «vinculada a grupos terroristas como el FPLP (Frente Popular para la Liberación de Palestina) o Samidun haya elegido Madrid para su congreso internacional anual y para la manifestación que conmemora la brutal masacre del 7 de octubre», denunciaba también la embajada de Israel en España.
Aunque la de Madrid fue la más numerosa, las manifestaciones a favor de Palestina, que pedían un alto al fuego definitivo en Gaza, también se produjeron en otras ciudades de España como Barcelona, Valencia o Málaga. En ellas, se pedía a Pedro Sánchez que rompiera relaciones con el «gobierno genocida de Israel» y que se boicoteara al país dirigido por Netanyahu.
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