Clima de normalidad en un Barajas semivacío pese a la huelga general

Tan sólo una decena de piquetes de la Confederación General del Trabajo a la salida del metro en la T2 rompe con la apatía de un aeropuerto semivacío.

Los piquetes, siempre seguidos de cerca por la Policía Nacional, se limitan a increpar verbalmente a los trabajadores que van llegando en el transporte público.

«Esquirol, por culpa de gente como tú está el país así» , grita megáfono en mano una afiliada mientras la mayoría de la gente pasa de largo. No se registran incidentes.

«Apenas he tardado 20 minutos más en llegar en metro», comenta una trabajadora. Los usuarios habituales del suburbano coinciden en que los retrasos para llegar a Barajas han sido leves durante la hora punta y recalcan que, a pesar de ello, el número de pasajeros dentro de los trenes ha descendido de manera significativa.

Mientras, a pie de calle, los taxistas aguardan sin sobresaltos la llegada de viajeros con lo que las comunicaciones entre el centro y el aeropuerto no están ni mucho menos cortadas.

En los vuelos domésticos no se esperan retrasos ni cancelaciones más allá de los de la compañía Ryanair , que ya anunció que cesaría hoy su actividad ante la «imposibilidad del Gobierno español de garantizar unos servicios mínimos » .

Sin embargo, ya han sido cancelados varios vuelos a destinos europeos como Amsterdam o Burdeos.

Los principales síntomas de huelga dentro del aeródromo son la bajísima afluencia de pasajeros , la ausencia de servicios de hostelería y la cancelación del servicio de limpieza.

Si desea conocer más a fondo el clima de Barajas durante la hora punta en este día de huelga, consulte el vídeo que acompaña a la noticia.