En la reseña, de tres breves párrafos, el Gobierno explica que «la situación internacional está incursa en un contexto de alta volatilidad, incertidumbre e inestabilidad, por lo que es necesario realizar un esfuerzo urgente de las capacidades militares al objeto de incrementar la reserva estratégica disponible». Añaden que el objetivo es el suministro de diverso material de armamento, equipamiento militar y munición, entre otros elementos.
El valor del importe es de 1.129.648.285,92 euros. El Gobierno desembolsa esta partida económica cuando todavía está lejos del compromiso con la OTAN de llegar al 2 por ciento del PIB invertido en Defensa y en un momento de incertidumbre en la comunidad internacional por la invasión rusa en Ucrania y la escalada de violencia de la guerra palestino-israelí después del ataque de Irán.
La exministra de Igualdad y número dos de Podemos, Irene Montero, ha cargado contra Sánchez al trascender este incremento en gasto militar. «El presidente del Gobierno hace muchos titulares diciendo que quiere paz, pero nos lleva a una escalada bélica que nadie quiere para contentar a los empresarios de la guerra y a EE.UU. y a la élite europea», ha expresado Montero en las redes sociales. La también candidata de Podemos a las elecciones europeas reprocha a Sánchez su «hipocresía» y «apariencias».
El gasto en Defensa es precisamente uno de los temas que más enfrentó al PSOE con Podemos cuando gobernaron juntos en la anterior legislatura. El asunto es profundamente conflictivo no solo con los socios parlamentarios, sino también con el partido de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. A pesar de que no han podido evitarlo, han mostrado su oposición y han planteado sus observaciones al respecto en el seno del Gobierno, según explican fuentes cercanas a la vicepresidenta.
La semana pasada, el portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, pidió a Sánchez frenar el gasto militar desde la tribuna de oradores del Congreso después de que el presidente defendiera seguir ampliando la inversión como medida disuasoria y para mejorar los recursos militares del país. Sumar considera que «imprudente» cuando «las familias pasan dificultades» e insiste en que un Gobierno de izquierdas «debe liderar la paz».
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