El presupuesto de Defensa seguirá al alza y llegará al 1,3% del PIB en 2024

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha anunciado esta cifra en una comparecencia en el Congreso como símbolo del «compromiso» del Ejecutivo con las Fuerzas Armadas, pese a que España se mantiene en los últimos puestos de inversión en Defensa entre los países de la Alianza Atlántica.

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De hecho, ha asegurado que, desde que el PSOE llegó al Palacio de la Moncloa, el presupuesto de Defensa ha crecido un 26%, del 0,93% en 2018 al 1,24% en 2023. Y ha enfrentado esta cifra con la inversión militar de los años de gobierno del Partido Popular: «Lo que ustedes hicieron con las Fuerzas Armadas causa sonrojo».

Como ha sucedido durante el último año, la ministra ha confirmado que uno de los pilares de la inversión de su departamento será la adquisición y modernización de las capacidades militares, «permitiendo la identificación, adquisición y sostenimiento de las mismas, renovando el equipamiento necesario y garantizando la disponibilidad y adecuación de las Fuerzas Armadas para realizar sus misiones, tanto en España como en el extranjero».

En este repaso a las inversiones realizadas, ha vuelto a dar un tirón de orejas público a las empresas encargadas del diseño y fabricación del vehículo sobre ruedas 8x8 Dragón para el Ejército de Tierra por los retrasos registrados y ha sugerido la posibilidad de iniciar acciones legales si no se cumplen los compromisos contractuales adquiridos.

Robles ha hecho además repaso de las misiones militares en el exterior durante el año 2023, un periodo durante el que desplegaron un total de 12.075 militares de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil en alguna de las 17 misiones internacionales. De ellos, casi 1.200 fueron mujeres.

Entre ellas ha detallado el cometido de la operación Atalanta, de la que España es el principal país contribuyente con el objetivo de luchar contra la piratería en el Índico y que se planteó que pudiera extender sus actuaciones al mar Rojo, a lo que se negó el Gobierno de Pedro Sánchez.

Robles ha reiterado este jueves su negativa a esta posibilidad y ha vuelto a garantizar que las Fuerzas Armadas españolas no participarán en el mar Rojo, ni de forma unilateral junto a Estados Unidos ni tampoco en la misión que pueda impulsar la Unión Europea.

Según ha recordado, las operaciones de Estados Unidos contra los hutíes no cuentan con el paraguas de la OTAN, la Unión Europea ni Naciones Unidas, por lo que España no se plantea entrar en esa coalición. Con ello, manifestando su «respeto» a las decisiones de otros países, ha reivindicado que nadie debe decir a España «dónde participar o dónde no participar».

Mientras, respecto a la Unión Europea, ha apuntado que aún no se conoce si la misión finalmente saldrá adelante ni los detalles que tendrá, pero ha subrayado que España ya contribuye a otras operaciones europeas y no se plantea hacerlo en esta. «España no se opone a que la UE apruebe una misión, pero no va a participar», ha dejado claro.

Desde el Partido Popular han criticado esta postura del Gobierno recordando los intereses comerciales de España en el mar Rojo y el canal de Suez. El diputado Carlos Rojas ha calificado de «vergüenza» que los hutíes estén atacando barcos internacionales mientras «aplauden» a España «por no estar con sus aliados». «Tiene que dar explicaciones y aclarar qué diálogo puede haber con quienes están lanzando misiles a barcos», ha exigido.

También el popular Agustín Conde ha denunciado la negativa de España a implicarse en la zona y lo ha relacionado con los pactos de Sánchez para su investidura y la presencia de Sumar en el Gobierno. Además, ha acusado a Pedro Sánchez de haber decidido convertirse en el líder de la izquierda antisemita en todo Occidente.

También desde Vox el diputado Alberto Asarta ha defendido que España debería participar militarmente en el mar Rojo «para acabar con esa lacra del terrorismo» y contribuir «a restablecer la paz y seguridad internacionales».

En cambio, el representante de Sumar, Txema Guijarro, ha reivindicado que a España «no se le ha perdido nada» en la zona y no tiene por qué contribuir a una misión impulsada por el Pentángono. Tampoco apoya la operación europea y ha rechazado que se hable de «terrorismo» de los hutíes.