Page ha afirmado que no conoce «los detalles» de este asunto y que se pronunciará en el momento que los tenga. Ahora bien, el socialista no ha dudado en remarcar que la posible modificación de la malversación «responde a intereses difíciles de entender» y que aunque lo que se haga «tenga sentido jurídico» estaría «muy trufado».
El presidente de Castilla-La Mancha ha confesado que él «tendría muy difícil llegar a un acuerdo con los independentistas», y a pesar de que no está «en esa necesidad», no pierde «de vista los intereses de ERC que son solo los suyos y que son contrarios a los de España».
Sobre las últimas declaraciones del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en las que pide a los socialistas críticos con Sánchez que den un paso adelante, Page ha manifestado que «andan muy mal si esperan que el PSOE les eche una mano». El dirigente autonómico ha expuesto que «cada uno debe defenderse en su momento» y que él «no» jaleará a los «presidentes del PP para que vayan en contra de Feijóo». «No somos la solución para la impotencia política de los demás», ha remarcado.
«Doy mi opinión porque es obligación democrática mantener el diálogo con los votantes para que sepan que pienso en los temas», ha concluido el dirigente, quien ha manifestado que habla «en minoría» y que el grupo socialista hará lo que decida «la mayoría».
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