García Ortiz: «Soy consciente de mi situación procesal pero creo en la Justicia y la verdad»

El máximo representante del Ministerio Público ha pedido «máximo respeto» a la función de la Fiscalía española y al trabajo de todos los fiscales. «Creo firmemente en el Ministerio Fiscal como la institución fuerte que es».

Mientras García Ortiz pronunciaba sus palabras, por las ventanas del Alto Tribunal entraban los gritos contra él de algún espontáneo en la plaza de la Villa de París. El fiscal general ha reivindicado «el papel del Ministerio Fiscal, el de las y los fiscales en el proceso penal, en la promoción de la justicia y los valores constitucionales, con autonomía respecto del Poder Judicial y, por supuesto, también del resto de poderes del Estado«.

«Defiendo, como defienden las y los fiscales de toda España, una institución potente, con presencia y relevancia en la sociedad, vertebradora del Estado, en la aplicación del principio de igualdad en cualquiera de los rincones de este país y a cualquiera de las personas que lo integran. Igualdad para todas y todos sin que su origen, procedencia, ideología o condición perturbe la dignidad inherente a su propia existencia«.

García Ortiz ha vuelto a reclamar que las investigaciones judiciales las asuman los fiscales en España, aunque ha afirmado que será difícil. «Ese cambio legal precisará de una metamorfosis en la Fiscalía española. Naturalmente que sí. Especialmente en los procesos de toma de decisiones para encauzar las discrepancias. Será preciso, pues, establecer un sistema de contrapesos en el que el interés particular no se anteponga nunca al general. Restringir el poder del fiscal general del Estado, si se considera pertinente. Será necesario transformar la Fiscalía para adaptarla a los nuevos tiempos. Como lo ha hecho la sociedad española durante estos años de democracia. Y la transformación no es coyuntural ni tiene un sesgo oportunista. Es una necesidad de país y progreso«, ha afirmado.

Al finalizar, unos cuantos presentes han aplaudido las palabras de García Ortiz -cuando en estos actos nunca se aplaude- ante los rostros serios de los magistrados de la Sala de lo Penal.