La Xunta marca como objetivo ser neutra en emisiones para el 2050

Es una medida de urgencia para articular todas las posibles normas con el fin de que Galicia sea más sostenible y responsable con el medio ambiente. En total, son 54 artículos distribuidos en siete títulos que buscan, en esencia y como objetivo principal, «reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) mediante la progresiva descarbonización de la economía de acuerdo con los compromisos europeos e internacionales correspondientes a Galicia». Y para alcanzarlas, el texto se apoya en dos ejes principales: reducir de manera «drástica» los gases de efecto invernadero «sin perjuicio de que se adopten todas las acciones necesarias para anticipar su cumplimiento» y, a su vez, se propiciará el fortalecimiento de la capacidad de absorción y fijación de carbono «a través de la gestión de los recursos forestales, prácticas agrícolas sostenibles, ecosistemas marinos, prácticas de uso del suelo y conservación y restauración de ecosistemas».

En palabras de Alfonso Rueda, pronunciadas el jueves después de la reunión del Consello, se trata de «un eje prioritario en todas las políticas de la Xunta« y se garantizará el equilibrio entre »conseguir estos objetivos y el fortalecimiento de la actividad económica«, recoge Europa Press. La futura ley se apoyará en tres instrumentos de planificación para avanzar en el cumplimiento de estas metas: en la ya citada Estratexia Galega de Cambio Climático e Enerxía 2050 y sus planes de seguimiento; los llamados presupuestos de carbono, instrumentos quinquenales que fijan los límites totales de emisiones GEI en Galicia como brújula y hoja de ruta que sirva para orientar la acción política; y los planes de acción para el clima y la energía sostenible fijados como obligación para ayuntamientos de más de 20.000 habitantes.

Claro, para llegar a esos objetivos quedan menos de 30 años y muchas cosas por hacer. Las líneas estratégicas, en cuanto a la reducción de emisiones, pasan por «implantar la cultura de la eficiencia energética en la sociedad», como recoge el texto, como «incrementar la competitividad de la industria disminuyendo su huella de carbono». Y para conseguir una mayor absorción, la Xunta promoverá «proteger y restaurar áreas que constituyan almacenes naturales de carbono, como los humedales y corredores fluviales«, así como mejorar la capacidad de absorción de los montes y mares gallegos. También se fomentará el uso de productos madereros como depósitos de carbono, especialmente en contratos de obra pública, y se desplegarán infraestructuras verdes como proveedoras de servicios ambientales y la protección de la biodiversidad.

Desde la Xunta se asegura que «Galicia es la segunda comunidad que más redujo las emisiones de efecto invernadero desde 1990 (un 34%)« y que en el 2021 también fue la comunidad »con mayor capacidad de absorción de CO2«, ya que se incrementó en »casi un 100%« con respeto al mismo año de referencia. Esta nueva Ley »permitiría« seguir avanzando en esta dirección.

Por otra parte, el anteproyecto contempla tanto instrumentos de planificación como una variedad de herramientas e iniciativas para respaldar sus principales objetivos. Una de las novedades es la creación de un nuevo Consello galego do clima, adscrito a la Vicepresidencia Segunda y Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda. Su misión será asesorar a las administraciones públicas sobre la política climática de Galicia. Y para mejorar la comunicación en este ámbito entre las diferentes ramas de gobierno, se establecerá una comisión interdepartamental para coordinar la acción de las diferentes consellerías. Se creará un consejo asesor de expertos y un portal de acción climática que actuará como ventana de divulgación y transparencia. También se regulará por ley la Alianza por el clima, con el objetivo de obtener el compromiso de todos los agentes que operan en Galicia en relación al clima. Otra línea relevante es la que apuesta por aumentar la investigación y formación en materia del cambio climático.