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Tensión en la ría gallega de Noia por el vertido del agua estancada de una mina

Augas de Galicia, que autorizó el proceso, confía en el buen trabajo de la depuradora que se instalaría para filtrar los vertidos contaminados de San Finx

El sector pesquero cree que la contaminación arruinaría la comarca

España rescata del olvido las explotaciones del duro y estratégico wolframio

La mina de San Finx, en la comarca coruñesa de Noia Miguel Muñiz
Ántar Vidal

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A finales del siglo XIX, se comenzaba a excavar en tierras de Lousame (La Coruña) en busca del valioso wolframio, mineral poco común en Europa. Más de un siglo después, la mina de San Finx tiene a ecologistas gallegos y al sector pesquero ... en pie de guerra. Hace apenas un mes, Augas de Galicia, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, autorizaba el vertido del agua acumulada en los túneles de la mina —cerrada desde 2017—. Para contextualizar mínimamente: Sacyr, propietaria de la explotación, vendió San Finx a una empresa australiana a principios de 2022. Aunque todavía no se han expedido permisos de explotación, la solicitud de la autorización para los vertidos se entiende como antesala para retomar la actividad minera. Un tema muy polémico entre los vecinos: «Nos arruinaría a todos», claman desde la cofradía de Noia.

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