Rueda, en la Ofrenda al Apóstol: «Nada puede estar por encima de lo que une a los españoles»
El presidente autonómico se estrenó como delegado regio reflexionando tras las elecciones y recordando a las víctimas del accidente de Angrois
El acto alternativo de la alcaldesa de Santiago por el Día de Galicia: unilateral y descafeinado
SANTIAGO
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónSe estrenó este 25 de julio el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, como delegado regio en la Ofrenda al Apóstol. Durante su intervención en el acto, en la Catedral compostelana, el presidente reflexionó sobre la etapa que va a atravesar el país después de ... los últimos comicios: «Como sabe todo buen caminante, cuando un grupo afronta una bifurcación, no se debe dividir». En este sentido, abundó que «la figura del Apóstol Santiago sirve como recordatorio perenne de que Galicia y España siguen avanzando unidas», a pesar de las diferencias que pueda haber dentro de la sociedad. Y deslizó un recordatorio para los políticos elegidos este 23J: «No nos representamos a nosotros mismos ni a nuestros afines». Por eso las instituciones solo «acertarán» en este proceso poselectoral si se «antepone el bien común». Defendió el presidente de la Xunta que «nada puede estar por encima de lo que une a los españoles de ambos hemisferios», parafraseando la Constitución de Cádiz.
Rueda no ha sido el primer presidente gallego encargado de hacer la Ofrenda Nacional al Apóstol. Por ejemplo, el expresidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo, presente este martes en el acto, ejerció como delegado regio en los años 2009, 2015, y 2017. Había sido designado también para la Ofrenda de 2013, que no llegó a celebrarse por el accidente de Angrois. De hecho, a exactamente diez años y un día del trágico suceso que «nubló la noche del Apóstol», el presidente Rueda recordó a sus víctimas durante su discurso: «Para las víctimas, para los que sobrevivieron a aquel siniestro y para todos los profesionales y voluntarios que aquellos días trabajaron y velaron por las víctimas, vaya nuestro respaldo y nuestra reclamación de Justicia».
La Plaza del Obradoiro había acogido previamente la llegada de las diferentes autoridades. Conselleiros, presidente del Parlamento, Ejército, corporación municipal, Arzobispo y otras figuras públicas aguardaban la llegada del delegado regio a las 10.00. Las tropas interpretaron el himno de España frente al presidente de la Cámara gallega, Miguel Santalices; el delegado del Gobierno, Pedro Blanco; el jefe de la oposición y presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, además de Rueda. Después de los protocolarios saludos de Rueda y la alcaldesa a todas las autoridades, la comitiva entró en la Catedral de Santiago. Excepto la regidora: después del acto civil, Sanmartín se retiró al Pazo de Raxoi, al otro lado de la plaza, esperando a que terminase la ceremonia religiosa. Amparándose en la laicidad del Estado (el exalcalde Martiño Noriega había hecho lo propio) se saló la misa, aunque recibió a las autoridades en Raxoi al término de esta. La polémica decisión y el acto paralelo (Alba de Compostela) promovido desde la alcaldía tuvo incluso ligero protagonismo en el discurso de Rueda. Es una época, dijo el presidente, «en la que se concede un valor absoluto a símbolos discutibles de valor discutible».
«Recuperar los símbolos»
En esta Ofrenda no solo se estrenaban Alfonso Rueda y Goretti Sanmartín, sino que también el Arzobispo oficiaba su primera Eucaristía del 25 de julio. Francisco Prieto tomó el relevo de Julián Barrio el pasado 1 de abril. También él defendió la unidad de España y la búsqueda del bien común durante su homilía. «Pido por aquellos que fueron elegidos en las recientes elecciones generales para que dediquen sus mejores esfuerzos a las exigencias del bien común y al empeño por construir una sociedad en paz», solicitó Prieto al Apóstol.
Previamente, Rueda hizo un llamamiento a «recuperar el valor de los símbolos en los que cabemos todos» y, en la misma línea, a «reforzar la credibilidad de los representantes electos», proteger a quien necesita amparo y promover un progreso racional y equilibrado», para que, «bajo la tutela de la Corona» pueda construirse «una nación abierta, próspera y acogedora». Así, deseó que cada español y gallego encuentre la «misma emoción» que los peregrinos que «contemplan por primera vez el botafumeiro». Minutos después, este comenzó a sobrevolar las cabezas de los asistentes a la misa dejando tras de sí el humo con olor a incienso. No sería la primera vez que Prieto y Rueda lo veían ir de un lado a otro de la Catedral, pero nunca lo habían hecho como Arzobispo y delegado regio, respectivamente.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete