Galicia asume que prorrogar los Presupuestos le hará «perder muchísimas oportunidades»

Una sospecha 'en caliente' que Rueda quiere ver refrendada de forma más pormenorizada y fundada, negro sobre blanco, en el informe que, según el mismo explicó, en comparecencia posterior a la reunión semanal del Consello, ha encargado al responsable de Facenda en funciones, Miguel Corgos. Un documento que reflejará los «perjuicios directos» que da por hecho que conllevará para Galicia una decisión que se ve en San Caetano como la última de «una sucesión de cosas que no llevan absolutamente a nada», y que no reportan «ningún beneficio directo a los ciudadanos».

«Hizo más el gobierno de la Xunta, este mes en funciones, que el Gobierno de España, que lleva bastantes meses (…) operativo»; «en teoría», apostilló. El grueso de sus críticas, lógicamente, tuvieron a Sánchez como destinatario; por haber asegurado que los PGE eran «una prioridad para su gobierno», y «de repente» darle rango de «normal» a lo que no lo es, «como si no tuviera importancia», y que dejen de ser prioritarios. Máxime, abundó, «después de aprobar una ley que le sigue para seguir en el poder», en alusión a la amnistía al procés catalán.

Preguntado por los proyectos concretos que teme que puedan quedarse en el tintero, Rueda citó infraestructuras como el AVE —llegada de trenes Avril, obras de adecuación—; los fondos europeos —una «nebulosa» cuyo encaje en los PGE sigue siendo un misterio— o el nuevo modelo de financiación autonómica —que al jefe del Ejecutivo le «interesa» que se aplace para seguir privilegiando a unas regiones en detrimento de otras, acusó—.

Al mismo tiempo, y tirando de retranca, recogió el guante de Néstor Rego, único diputado del BNG en el Congreso, quien venía de asegurar que sigue siendo posible que el PSOE cumpla su pacto de investidura. El presidente de la Xunta en funciones ironizó con que, dado que lo anunció el candidato del PSdeG el 18F, José Ramón Gómez Besteiro, la gratuidad de la AP-9 no debería encontrar un «impedimento». «Imagino que estará todo hecho», malició.

Que se cumpla o no lo prometido por el próximo secretario general del PSdeG, en campaña, será una «buena piedra de toque», comentó Rueda. «Si es posible» convertir en realidad esa promesa —pese que la vicepresidenta María Jesús Montero pasa página y piensa ya en los PGE del 25—, razonó, «tienen que ser posibles otras cosas». Como dotar a Galicia de Cercanías, entre otros compromisos firmados por Ana Pontón y la propia Montero.

Preguntado en tres ocasiones por diferentes ángulos de este asunto, Rueda aprovechó para enfatizar que él «siempre» defendió que le «parecía absolutamente fundamental que Galicia tuviera Orzamentos» este año, a pesar de ser electoral. Cuando anunció la fecha de los comicios (18F), ya fue una de sus principales reivindicaciones: que las cuentas, como así fue, entrarían en vigor el 1 de enero, una vez recibida luz verde en el Parlamento. «No imagino a Galicia sin Orzamentos», insistió. Por lo de pronto, a nivel nacional, dijo esperar que, más allá de ese golpe directo a Galicia, por la prórroga de los PGE, «no valga también como excusa para seguir privilegiando a unos territorios sobre otros».

El poso —con Rueda dispuesto, en cuanto sea investido el próximo mes, a pedir una reunión a Sánchez— es amargo. El mandatario gallego en funciones admitió que ya veía «muy dudoso» que hubiera «voluntad» en Moncloa por atender las múltiples demandas de Galicia. Pero, al menos, con Presupuestos, «se podía hacer algún tipo de presión», lamentó. «Consecuencias beneficiosas para Galicia, de que España no tenga Presupuesto, ninguna, todo lo contrario», remachó.