Galicia adelanta las elecciones autonómicas al 18 de febrero de 2024
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, lo ha comunicado a su gobierno esta mañana, tras aprobar el martes los Presupuestos del próximo año, y lo ha desvelado por sorpresa en una comparecencia ante la prensa
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha anunciado este jueves por sorpresa, en una comparecencia en San Caetano, que ha comunicado a su gobierno, tras reunir al Consello, que las elecciones autonómicas de Galicia se celebrarán de forma anticipada el 18 de febrero, ... una vez aprobados, el pasado martes, los presupuestos autonómicos; y al dar por «cumplidos los objetivos» de la legislatura. Será otro martes, el próximo, 26 de diciembre, cuando se publique el decreto de convocatoria en el Diario Oficial de Galicia, cumpliendo con los plazos que marca la LOREG. De esta forma, la pegada de carteles tendrá lugar en la medianoche del jueves 1 de febrero, con los primeros mítines el viernes 2. Serán -se prevé que País Vasco convoque más tarde-, los primeros comicios desde el 23J.
Rueda ha justificado su decisión en preservar la «isla de estabilidad» con la que gusta de referirse a Galicia, primera y de momento única autonomía que tiene aprobados sus presupuestos del 24, de tal forma que entrarán en vigor el 1 de enero, lo que permite «blindar el funcionamiento» de la región en año electoral, con «hechos» y no «promesas». Para que «Galicia siga siendo como es», «diferente», con su «propio camino», sin «imitar modelos ajenos». Con el «anclaje» de la «estabilidad» y buscando que «conserve sus certezas» frente al convulso panorama nacional; para salvaguardar la «manera de hacer las cosas» que tiene la Xunta. Siempre bajo la premisa de ser fiables y atenerse a una «hoja de ruta», el famoso «sentidiño» galaico, amparado por cuatro mayorías absolutas consecutivas del PP que ahora Rueda espera ampliar a cinco.
En el adelanto ha pesado desmarcarse de Pedro Sánchez, a quien ha reprochado sus «actitudes» hacia Galicia, a la que no está «teniendo en consideración como debería», en referencia a los incumplimientos que le afea la Xunta. Los comicios «también sirven para darle potencia» a la Comunidad ante el trato del presidente del Gobierno, ha razonado. «El futuro de Galicia se va a decidir en Galicia, con una hoja de ruta redactada aquí, sin mediadores y sin hipotecas», ha advertido, sin necesidad de mayores explicaciones.
Rueda ha desvelado la fecha a su ejecutivo esta mañana, durante la reunión del Consello que se ha celebrado de forma ordinaria y, como es habitual, en jueves. Y ha hecho dos llamadas para comunicar su decisión. Por un lado, al presidente del PP y predecesor suyo al frente de Xunta y PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, porque veía «coherente» que no se enterase por los medios. Feijóo, ha desvelado, le «deseó toda la suerte del mundo» y le dijo que «esperaba que tuviéramos un magnífico resultado» (con 42 escaños de 75, el listón está alto). Pero ha remarcado que le llamó con la decisión ya tomada, para hacérsela saber. Y que a cambio le «ofreció toda colaboración». Por descontado, la presencia de Feijóo será constante en campaña.
Y la segunda llamada, al lendakari Iñigo Urkullu, a éste por «deferencia», dado que el País Vasco también habrá de celebrar comicios autonómicos en algún momento del primer semestre de 2024 (si bien Rueda ha insistido siempre, por activa y por pasiva, en que no tenía intención en hacer coincidir ambas elecciones).
Fin del suspense
Tras semanas de incertidumbre y múltiples cábalas, y cuando las inevitables quinielas se inclinaban más, últimamente, por un anuncio el 8 de enero, de cara a llamar a las urnas el 3 de marzo, Rueda ha desvelado, a eso de las 13.15, la que se había convertido en cuestión central en la política gallega, poniendo fin al suspense. Lo ha hecho por sorpresa, en lo que parecía, a priori, una comparecencia más tras una reunión del Consello. Pero enseguida, por su tono, se ha percibido que iba a hacer el gran anuncio, ese que consiguió mantener en secreto, bajo siete llaves, evitando filtraciones. Máxime cuando comenzó anunciando que, una vez aprobados los Presupuestos, quería compartir una «reflexión».
Precisamente, la aprobación de las cuentas autonómicas, con el cuño del Parlamento el pasado martes, en un pleno ad hoc, se sabía que marcaría el comienzo de la cuenta atrás, que a partir de ese momento comenzaría a caer la arena en el reloj. Pero este jueves Rueda ha cambiado el paso a muchos al lanzar el anuncio 48 horas después; menos de 24 desde que en el hemiciclo concluyó el último pleno del período de sesiones y, ahora se sabe, de la legislatura. La oposición ha comenzado a reaccionar de inmediato, enviando valoraciones o anunciándolas. Algunos, como Sumar, Podemos o Vox -que no confirmó hasta la víspera que se presenta-, todavía no tienen ni siquiera candidato.
Rueda ha comenzado su comparecencia con un preámbulo, en el que ha señalado que iba a exponer «algo diferente», que ya ha disparado todas las alarmas, para a continuación ensalzar que la Xunta cumple la palabra dada, y que ha hecho de la «fiabilidad» su «marca más preciada», de tal forma que la comunidad siga «funcionando con normalidad», por más que en otros ámbitos «resulte extraordinario». Para que Galicia, ha sintetizado al final de sus nueve minutos de discurso, «siga siendo imparable».
El mandatario ha reivindicado, en contra de lo que le ha venido reprochando la oposición gallega, que la fecha no se la impusieron desde la calle Génova, sede nacional del PP, sino que la tomó él. Y que, a nivel autonómico, pidió «alguna opinión», pero asumiendo plenamente la responsabilidad en primera persona. «Es una decisión que tiene que corresponder a una persona, a quien preside el gobierno de la Xunta». Tras madurarla, darle muchas vueltas y razonarla. Y ha asegurado que ha decidido llevar los comicios al 18 de febrero «pensando en los intereses de Galicia», si bien sabiendo que esto implica tener en cuenta la posición de la comunidad en el contexto nacional: «Se decidirá la voz que los gallegos queremos tener en España«.
En este sentido, como ha venido haciendo en las últimas semanas, ha defendido que «la campaña es para hablar de los intereses de Galicia», pero que no es «menor» las implicaciones que tienen en la comunidad las decisiones de Pedro Sánchez, especialmente por «cómo se las gasta» el presidente del Gobierno, en alusión a sus concesiones al independentismo, y lo «pendiente» que está de unos territorios en detrimento de otros. Precisamente, el anuncio de Rueda, como él mismo ha recordado, coincide con la visita de Sánchez al presidente catalán, Pere Aragonés; cuando el pasado sábado no le invitó a él durante un acto institucional en Galicia.
Además de la intensa presencia que se espera por parte de Feijóo, de cara a una campaña todavía por cerrar, se da por descontado que el PSOE, ahora mismo tercera fuerza, tratará de contraatacar con visitas de Pedro Sánchez y un desembarco amplio de ministros, uno y otros con anuncios bajo el brazo. Sánchez ya dejó dicho hace meses que quiere darse el «gusto» de arrebatar al PP su feudo por antonomasia; y, de paso, asestar una estocada Núñez Feijóo. Esto, inevitablemente, conllevará una pátina que trascenderá el ámbito autonómico. Aún así, Rueda se propone imprimir de «perspectiva» y «sello netamente gallego» a estas elecciones, las primeras de 2024, con lo que esto conlleva de prueba de algodón, en las urnas, de las cesiones de Sánchez para ser investido (amnistía, condonación de deuda, etc) y del liderazgo de Feijóo al frente del PP.
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