Rueda se rebela ante las «inadmisibles» concesiones de Sánchez a Puigdemont
El presidente de la Xunta cree que el apoyo de Junts a la investidura del socialista saldría «carísimo» a Galicia e intentan taparlo con «el tema de los pinganillos»
Junts y ERC dicen que España debe más de 450.000 millones de euros a Cataluña
J. Hierro
Santiago
Los privilegios al independentismo no solo molestan en San Cateano, sino que preocupa la discriminación que podrían sufrir Galicia y otras comunidades si se consuman las concesiones de Pedro Sánchez al secesionismo. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha advertido este jueves que «el ... precio» que el expresidente de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont, pone encima de la mesa como moneda de cambio para apoyar la investidura de Pedro Sánchez es «inadmisible para Galicia». Lo dijo después de que Junts, el partido de Puigdemont, haya cifrado en 450.000 millones de euros la «deuda histórica» del Estado con Cataluña.
«Y a nadie de la oposición en Galicia —en alusión al PSdeG y BNG— le llama la atención que se esté hablando de darle 450.000 millones de euros a una comunidad autónoma, que saldrían de lo que tenemos que recibir las demás«, lamentó el mandatario gallego en la habitual rueda de prensa de los jueves posterior a la reunión de su Consello de Goberno.
Rueda considera que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, prefiere mantener «entretenidos» a los ciudadanos «con el tema del pinganillo» —en referencia a la oficialidad del gallego, el catalán y el euskera en el Congreso de los Diputados—, cuando lo realmente «importante» es que los independentistas están vendiendo «carísimo» su apoyo a la investidura del mandatario socialista: «En este tema nos jugamos muchísimo, esos 450.000 millones saldrían de lo que tenemos que recibir los demás«, añadió el presidente de la Xunta.
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Los pinganillos convierten el Congreso en un circo
Emilio V. Escudero
El mandatario autonómico aseguró que la Xunta está convencida «de la defensa y el fomento del gallego» y considera que al Gobierno de Sánchez no le importa la diversidad lingüísticas sino atar la investidura. Y eso se comprueba, dice el presidente de la Xunta, cuando el debate se traslada a Europa y los socialistas priorizan el catalán al gallego y al euskera a la hora de conseguir su oficialidad en el Parlamento Europeo. «Cuando este tema llega a Europa, se ve realmente lo que hay detrás: intentar contentar a Puigdemont. Ahí ya no son todas las lenguas iguales, y lo que importa es la lengua que da votos para la investidura«, argumentó Rueda ante la prensa.
En la misma comparecencia, el presidente de la Xunta fue preguntado sobre las críticas de la líder del BNG, Ana Pontón, que le acusó de «traición» por no apoyar el uso del gallego en el Congreso. A este respecto, Rueda prefirió rebajar el tono y se limitó a calificar de «efectista y tremendista» la expresión de Pontón, que «nada tiene que ver con la realidad». Muy al contrario, el presidente de la Xunta dice que mantiene un «enorme respeto» por la lengua gallega y siente la «obligación» de defenderla. Pero nadie es «más gallego» —añadió Rueda— por defender que esta lengua se use en el Congreso de los Diputados pensando que eso «es lo más importante».
El PP y el gallego
También en alusión a que además del castellano las otras tres lenguas oficiales españolas puedan emplearse en la Cámara Baja, Rueda dejó la puerta abierta a que los diputados gallegos del PP puedan utilizar este idioma: «La medida está en vigor, si los gallegos deciden utilizarla están en su derecho, también los del PP», consideró el presidente de la Xunta. Todo ello pese a que los populares —junto a Vox y UPN— se opusieron en el Congreso a reformar el reglamento que regula el uso de las lenguas oficiales en la Cámara. Pese a la oposición de estos tres partidos, la reforma salió ayer adelante en el Congreso.
Frente a los supuestos privilegios de los independentistas, el ninguneo hacia otros presidentes autonómicos. Preguntado sobre unas manifestaciones del lehendakari, Iñigo Urkullu, en las que el mandatario vasco criticaba la falta de contactos con el presidente del Gobierno en funciones, Rueda dijo que agradecería que Sánchez visitase Galicia «institucionalmente» con más frecuencia.
En todo caso, al presidente de la Xunta añadió que no le sorprende lo manifestado por Urkullu porque, cuando él visitó La Moncloa, Sánchez le prometió «muchas cosas y luego no cumplió ninguna».
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