El parricida de Muros dijo que él y su padre habían sido atacados por unos encapuchados con un machete

El relato no acabó de convencer a los efectivos, que no tardaron en comprobar que la historia del chico no casaba con lo observado en la escena del crimen. Los testimonios de los vecinos acabaron por dirigir las sospechas hacia el hijo, que acabó detenido por la muerte de su padre, un conocido hostelero del municipio que llevaba unos años jubilado. «Tras las primeras gestiones practicadas con los vecinos, lo observado en la escena del crimen y las incoherencias en el relato de los hechos se procedió a su detención» aseguraron sobre los primeros impases de la investigación fuentes del Instituto Armado que participaron del arresto. Durante estas primeras horas, y pese a la gravedad del delito, «el detenido en ningún momento reconoció los hechos» subrayaron los encargados de las pesquisas, que consideran que el supuesto autor de la muerte actuó solo.

A primera hora de la mañana de este martes, efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia civil (GEAS) peinaron el fondo del muelle de Esteiro en busca del arma homicida. Los investigadores estaban seguros de que el chico se había deshecho de ella antes de que los servicios de emergencia llegasen a la vivienda y señalaron este punto como primer lugar donde buscar, una vez se comprobó que el escenario del crimen estaba limpio. Los agentes no tardaron en localizar el machete, envuelto en una bolsa de plástico, a pocos metros del propio muelle.

En Muros, municipio natal de la familia, la conmoción sigue vigente. Todos conocían al fallecido y a su hijo, al que los vecinos relacionan con el mundo de las drogas. Además, algunos de ellos confirmaron a los agentes que horas antes de que el suceso se hiciese público oyeron golpes en la vivienda. Estos ruidos no eran anormales, según matizaron, porque las discusiones entre el padre y el detenido «eran continuas». Además de las declaraciones que apuntan a posibles «problemas» por parte del acusado, los investigadores analizan también unos vídeos que había colgado en sus redes sociales, en los que aparece armado, en actitud violenta y amenazante.

Fuentes municipales consultadas por Europa Press indicaron que el hombre fallecido era «muy conocido» porque Esteiro es «muy pequeño» y había regentado un bar situado, precisamente, en el bajo del inmueble en el que se produjo la agresión. En la actualidad, el negocio estaba cerrado.