El Parlamento aprueba definitivamente la Ley del Litoral de Galicia sin votos en contra

El debate parlamentario se ha enredado más en las formas que en el fondo, con mucho ruido electoral de fondo. El PP ha querido centrar la discusión en la importancia del hito histórico que supone asumir normativamente una competencia recogida en el artículo 27 del Estatuto de Autonomía, mientras que la oposición ha afeado que al grupo mayoritario le hayan entrado las prisas para acelerar el proceso legislativo y que este culminara antes de la cita electoral del próximo 23J. El popular Alberto Pazos Couñago ha destacado el proceso consensuado de elaboración del texto, que ha recogido aportaciones de expertos universitarios y de los sectores afectados; la socialista Patricia Otero y la nacionalista Alexandra Fernández han afeado que «solo» hubo 24 horas para el debate en ponencia de la norma.

«Esta ley es una oportunidad perdida», ha valorado la diputada del BNG, «viene a aportar más ruido que soluciones», que ha criticado además «la actitud destructiva y antidemocrática del PP» en el proceso de tramitación. Pazos le ha recordado que el texto incorpora el 38% de las enmiendas de los nacionalistas, y ha aprovechado el hecho de que ni PSOE ni BNG plantearan enmiendas a la totalidad del texto. «O estaban convencidos de que era una buena ley o los guio el temor de saber que estábamos ante un texto enormemente consensuado y tuvieron miedo de confrontar con el pueblo gallego en un asunto tan capital».

La discusión de fondo, menor pero también reproducida durante el debate, ha girado sobre si esta norma permite a Galicia asumir de manera efectiva la gestión del litoral o si, por el contrario, está incompleta a la espera de que el Estado transfiera los medios materiales necesarios. «Esto es como tener el software pero que falte el hardware», ha puesto como ejemplo Fernández. «Afortunadamente esa decisión ya no va a depender de Pedro Sánchez», se ha felicitado Pazos, «porque en unas semanas va a pasar a formar parte del pasado de este país, afortunadamente para nuestro litoral». El PP ha insistido en que el Gobierno no podía exigirle a Galicia una tramitación mediante una ley vía Congreso de los Diputados mientras le reconocía esta competencia a Canarias a través de una comisión bilateral y un Real Decreto. «No somos más que nadie, pero tampoco menos».

«Precisamos una buena ley y esta no lo es», ha replicado Otero, aunque sin detallar exactamente los motivos. Sus dos intervenciones se han centrado de manera exclusiva en censurar los apresurados tiempos de tramitación, y en la intención de la Xunta y el PP de confrontar con el Gobierno de España. «Reformar normativa tan sensible a golpe de impulsos y con prisas puede tener consecuencias no deseadas», ha advertido, «a la Xunta le da igual cómo salga esta ley, le da igual hurtar el debate parlamentario por cumplir con sus intereses electorales».

Pazos ha descargado aquí su munición, arremetiendo contra los cambios de criterio que el PSOE ha desplegado sobre esta norma en los últimos meses, con valoraciones oscilantes en función de si las hacía González Formoso, en su condición de secretario general, o Gómez Besteiro durante su etapa de delegado del Gobierno. «Deberían empezar por aclarar quién está al timón del barco», ha recomendado, «no por mí, sino por el diputado suyo -en referencia a Gonzalo Caballero- que está esperando por ver a quién se enfrenta en el 'juego de tronos' que van a empezar».