El Papa deja en evidencia a Pedro Sánchez al recibir a los familiares de las víctimas del Pitanxo

Lo ha anunciado este viernes María José do Pazo, hija del maquinista del Villa de Pitanxo —fallecido en el accidente—, que ejerce de portavoz de las familias de las 21 víctimas mortales. «Vamos a estar con el Papa, al que le solicitamos su apoyo y que nos escuchase. Estamos muy agradecidos de que haya atendido nuestra petición a la carta que le enviamos, y muy agradecidos por el privilegio, porque sabemos que la agenda del Santo Padre está muy cargada y esta será la primera audiencia después de las vacaciones de agosto».

Las familias han querido ver en esta fecha «una señal» a la votación que se celebrará el día después en Bruselas sobre su reclamación de bajar al pecio para recabar pruebas del accidente y confirmar si el barco sufrió una parada repentina —como defiende el patrón, Juan Padín y la armadora, Nores— o si las muertes se debieron a una avería en una de las redes de arrastre que el capitán no supo gestionar. Esta última es la versión que dio ante la justicia el tercer superviviente naufragio, Samuel Koufie —los otros dos que salieron vivos fueron el propio capitán y su sobrino, Eduardo Rial—. Los datos recopilados por la Fiscalía hasta la fecha, sobre todo en cuanto a la velocidad del buque en los momentos previos y durante el accidente, parecen apuntalar la versión de Samuel.

Serán los jueces quienes dictaminen si hubo negligencias en la actuación del patrón y del armador —Padín está imputado—, pero la instrucción del caso se ha mantenido 'stand by' por una disputa competencial entre la Audiencia Nacional y los juzgados de Marín (Pontevedra), localidad donde el Villa de Pitanxo tenía su puerto base. En todo caso, las familias llevan meses reclamando al Gobierno Sánchez que envíe robots a la zona para descender al arrastrero, que en febrero se hundió a unos 450 kilómetros de la costa de Terranova (Canadá), en busca de respuestas sobre las circunstancias del naufragio. Por ahora, sin embargo, su solicitud ha corrido la misma suerte que la de verse con Sánchez.

Para los afectados el descenso de robots al pecio —una empresa noruega se ofreció a hacerlo de forma gratuita— sería la manera más fiable y justa de acabar con el baile de versiones que marcó el caso desde el principio, sobre todo de cara a un probable juicio, en el que están en juego 21 homicidios. A la espera, además, de conocer el tribunal que se encargará de las pesquisas de manera definitiva, los allegados de los 21 marineros del Pitanxo que no regresaron llevan meses revelando el pésimo ambiente entre la tripulación y el patrón, y denunciando irregularidades como que no había trajes de supervivencia para todos y que ninguno de los cuerpos que se recuperó del agua lo llevaba puesto, pese a la declaración del patrón que mantiene que sí dio esa orden.

Hasta ahora el Gobierno ha alegado dificultades técnicas para descender al pesquero, aunque lo estudiaría si los jueces lo reclaman para recabar pruebas. De momento, el Ejecutivo se ha limitado a contratar, con una partida cercana a los 61.000 euros, una recreación con una maqueta del naufragio. La contratación, adjudicada al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial Esteban Terradas, la ha publicado este viernes el BOE y se enmarca en la investigación técnica que del siniestro lleva a cabo, de forma paralela a la instrucción penal, la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim). Las familias tachan la medida de «decepcionante». «¿Por qué se hace una maqueta y no se baja al pecio?», lamentan.

El PP, por su parte, también censura que el Gobierno de Sánchez haya «ocultado a las familias» la contratación de esos trabajos y ven una «burla» esa maqueta para una simulación el accidente en un canal de olas en lugar de intentar localizar el pesquero.